Mi vida con WordPress


WordPress es la herramienta con que hago este blog desde hace varios años. Como ocurre cada tanto, hace unos días me tocó actualizar a la versión nueva, la 2.5.

Pero no sólo eso: además convertí Imaginaria a WordPress. Así que tuve doble ración.

Todas las actualizaciones tienen cosas buenas y cosas malas. Si lo nuevo vale la pena uno se queda con la boca abierta, pensando “cómo pude vivir hasta ahora sin eso”. Si lo malo amenaza con convertirse en una úlcera crónica para el resto de la vida, dan ganas de hacer lo imposible: volver atrás, quedarse en el tiempo, sobrevivir a lo dinosaurio no importa qué.

Las dos cosas me pasaron con WordPress 2.5. Lo bueno es de verdad muy bueno, y por todos lados se hablan maravillas (merecidamente). Así que aprovecho esta oportunidad invalorable para limitarme a comentar qué accidentes me complicaron la vida durante la doble experiencia. Los primeros dos ocurrieron en la Mágica Web. El tercero, en Imaginaria.

1. La traducción. Venía usando una traducción al castellano*, para que las fechas aparecieran como “lunes” y no “Monday”, “abril” y no “April”. Con la nueva versión bajé una traducción también nueva. La traducción estaba en UTF-8 (un sistema de codificación de caracteres), pero la Mágica Web todavía está en ISO-8859-1 (otro sistema de codificación de caracteres, menos flexible), con lo que las fechas aparecían raras. Quise convertir todo a UTF-8 (objetivo válido y que mantengo para algún futuro más promisorio), y lo único que logré fue romper la base de datos. My fault. Restaurada la base, descubrí otra traducción sin este problema, la instalé y listo: fechas y textos ok. De paso: aunque tenía un backup de la base de datos, no lo necesité, porque era más fácil usar el que hace automáticamente DreamHost, donde está alojado este sitio. Por fin, una razón para decir “grande, DreamHost”.

2. El sistema para subir archivos. Hay un sistema nuevo, muy útil y muy lindo, para subir imágenes, audio, video, de todo. Andaba lo más bien, hasta que dejó de andar del todo. Busqué y busqué explicaciones, pero nada. Entonces me puse a pensar por mí mismo: ¿qué cambió entre el momento en que anduvo y el momento en que dejó de andar? Respuesta: ¡la traducción! (ver punto anterior). Así que hace un rato, insólitamente decidido, quité la traducción… ¡y todo anduvo otra vez! Atención: no es que la segunda traducción que encontré rompió todo; no anda con ninguna de las dos. ¿Y las fechas? Las cambié por números: 14/4/2008 sale bien en varios idiomas.

3. La edición de comentarios. A veces hay que cambiar algo en un comentario. Antes era cuestión de buscar el comentario dentro de WordPress, hacer click en un link “Edit”, y a jugar en paz. Ahora, dentro del sistema de administración de WordPress no encuentro por ningún lado ese bendito “Edit”. Lo que hay que hacer, aunque suene disparatado: entrar a WordPress; clickear la opción “ver el sitio”; en el sitio, buscar la página y el comentario en cuestión; junto al comentario hay un link para editarlo (reservado al autor del blog); click en ese link, y ahí sí, todo bien. (No, el link no aparece si no paso antes por adentro de WordPress. Hasta la versión anterior sí aparecía.) Esto ocurre en Imaginaria y no en la Mágica Web. En Imaginaria no hice nada raro con traducciones, je je je. Tal vez influya que Imaginaria ande en un servidor Windows con IIS, mientras que la Mágica Web anda en un Linux con Apache. Pero no sé, estoy dando golpes a ciegas.

Por último, un detalle sobre el que ya vi quejas en otras partes. En la versión 2.5 no hay ningún lugar donde diga el total de comentarios del blog, dato que siempre estuvo disponible. Sí aparece el total de entradas, el de categorías, etc. Pero no el de comentarios. Dicen por ahí que va a volver en WordPress 2.6.

Por lo demás, todo bien. Pero avisé: esta vez iba a hablar exclusivamente de los defectos. (Ok, está muy bueno.)

(* Nota. La traducción de WordPress está en un archivo suelto. Se sube ese archivo, se pone donde al WordPress le gusta que esté, y se le dice que lo use. Así es posible cambiar el idioma del programa con mucha facilidad. Lo difícil es que esto no genere errores de cualquier otra clase. Un día de estos, cuando junte coraje, voy a probar cómo se ve todo en polaco, o en kurdo.)

Author: Eduardo Abel Gimenez

0 thoughts on “Mi vida con WordPress

  1. Hace un tiempito también me toco mudar Amor Entintado, tanto de host como (ya que estaba) de 2.3 a 2.5, y me encontré con el mismo problema de la traducción en UTF-8. Como ya venía leyendo que era un sistema de codificación mucho más flexible que ISO-8859-1, me la jugué y me mandé a recodificar. Lo que hice fue exportar la base de datos del host viejo a un archivo .sql, y ahí adentro cambiar toda mención de ISO o latin1 por UTF-8 antes de importarla al host nuevo. Cambié también la opción correspondiente a la codificación de caracteres en las páginas de administración de WordPress y después, para terminar de arreglar todo, usé un bonito plugin que se llama UTF-8 Database Converter que terminó de hacer todo el trabajo sucio. Listo, AE ahora está en UTF-8. Si quisiera (aunque no se me ocurre ahora ninguna razón para hacerlo) podría meter caracteres chinos, indios y árabes sin pensarlo dos veces.

    Y tenés mucha razón: sacando algunas cositas, WP 2.5 está muy pero muy bien.

  2. Tal cual, Entintado. Me muero por escribir en ruso.

    Ahora, eso del UTF-8 Database Converter… Es lo que usé, y se le ocurrió hacer algo muy gracioso con la base de datos: borró todos los campos de texto a partir de la primera letra con acento. El nombre del blog, por ejemplo, pasó a ser “La M”. ¿Habré usado una versión anterior?

    Pasar a UTF-8 es un karma que sé que me espera, pero tal vez lo ataque cuando salga WP 3.0, o WP 4.75, o qué sé yo.

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