Harto ya de estar harto

Pasa en todos los blogs. Uno hace un post inocuo, como tantos otros, y de pronto, por alguna razón inesperada, se llena de comentarios que no tienen nada que ver. El tema se potencia porque los posts con muchos comentarios le gustan a Google, y entonces cada vez hay más visitas, más comentarios, más Google, y así.

En algunos casos, los comentarios vienen bien. Son como plantas que crecen en una pared abandonada. El mundo se apodera del post y lo convierte en otra cosa, mejor y más útil.

En general pasa lo contrario. Este blog tiene varios casos. Uno de ellos, el número trece de la sección Personajes del barrio, llegó a un extremo que decidí no aceptar. Los insultos, la intolerancia, la ignorancia, la estupidez que acumulan los 174 comentarios aparecidos hasta hoy son demasiado para mí. Este blog (ningún blog) está obligado a recibir tanta basura. La libertad de expresión (que valoro inmensamente) consiste en que cada uno puede decir lo que quiera en su propio espacio, no en el de los demás.

El WordPress (programa con que administro este post) no ofrece una forma sencilla de borrar todos los comentarios de un post. De manera que pasé el post a “no publicado” y lo armé de nuevo: la misma foto, publicada con la misma fecha, con un título levemente cambiado (para que no se repita el fenómeno). Además, ese nuevo post no admite comentarios.

Quien quiera darse el gusto de mirar por qué hice esto, puede recurrir a una imagen que capturé, que contiene el post original y los 174 comentarios: está aquí, a un click de distancia (si aparece chica en el navegador, haciéndole un click se agranda a tamaño natural). Imagen y no texto, para que Google no vuelva a encontrarlo y el ciclo no se repita.

(De paso, también cambió la dirección del post. En la anterior, lamento decir, ahora aparecerá un triste “página no encontrada”.)

¿Y por qué no fui moderando la cosa a medida que ocurría? Por otorgar la mayor libertad posible a quienes pasan por aquí. Los únicos comentarios que vengo borrando sistemáticamente en este blog son los que insultan a mi hijo (de quien publiqué muchos dibujos). Eventualmente puedo borrar algún otro por razones muy particulares (en general porque insultan a alguna otra persona). Empiezo a creer que me equivoqué, y que hay que usar un criterio más estricto.

Hay otros posts por aquí que son candidatos al mismo tratamiento. Lo iré viendo.

Author: Eduardo Abel Gimenez

0 thoughts on “Harto ya de estar harto

  1. Parece que sufriste un ataque HOYGAN.
    No es para desesperarse: peores son las cosas que recibo al mail con amenazas de muerte y demás lindezas por parte de algunos señoritos escondidos tras un nick. Lo que sí, por supuesto, cada uno tiene su límite. Internet es muy gratis y se presta a este tipo de cosas.

  2. Bater: no conocía la palabra. No sé si quería conocerla. Igual, gracias por el dato. 😉

    Entintado: más bien azteka. O asteka. O hasteka. O #%@# hasteka.

  3. Fui a ver la imagen con los comentarios. Confieso que no entendí casi nada y después de leer algunos dejé de hacerlo. Me pensando en la extraña utilización del tiempo libre, esa búsqueda tan preciosa y preciada, por parte de algunas personas.
    Saludos.

  4. Hola Eduardo. Sos de mi barrio adoptivo !!!
    Lindas fotos y triste final para el post. Una posibilidad adicional al hoygan es que esta buena gente de las banditas que pintan las imágenes como “marca de territorio” se haya confundido y por eso depositó esa guerrita en tu sitio. Realmente desagradable pero una de las consecuencias inevitables de (como dijo Baterflai) una internet muy gratis. La falsa sensación de impunidad que también genera ayuda a que estas cosas pasen.

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