El día D: los comentarios

El año pasado Natalia Méndez inventó un nuevo proyecto de blog anual: “El día D”. La idea se entiende sola al ver cómo empezó:

  • 1 de enero: Día de lluvia con sol
  • 2 de enero: Día de las formas de comunicarse
  • 3 de enero: Día de las uñas de colores
Así hasta el 31 de diciembre. Como ya hizo con una idea anterior, “Una palabra por día” (que lleva varios años, cada año con una autora diferente), al terminar 2013 Natalia invitó a otra persona a seguir con “El día D”.
El bocadillo extra fue que me invitó a mí. Y me estoy divirtiendo mucho.
Empecé el primero de enero, y se me ocurrió acompañar la frase de cada día con una imagen. A veces la asociación es inmediata, a veces no tanto. Considerando que los blogs vienen en caída libre en cuanto a visitas, lo vengo publicando en Facebook, donde también pido que otras personas pasen por el blog para anotar sus propios “días de”.
El resultado: en los primeros veinte días, hay más de cien comentarios en el blog. Creativos, personales, originales… Estoy sorprendido, encantado y agradecido con esto. Así que acá abajo va un grupo de esos comentarios, a razón de uno de cada cinco, seleccionados con el criterio de representar la diversidad más que la calidad. (Después de todo, ¿qué cuernos es la calidad?) No pongo los autores por dos razones: no estoy seguro de que quieran ser identificados más allá del blog de origen; y los comentarios forman un mundo unitario en sí mismo, del que es autora una comunidad y las personas empiezan a difuminarse. Los nombres de los autores, entonces, se pueden encontrar en “El día D”, junto con los otros comentarios.
Acá van, arbitrariamente elegidos, por orden de aparición:
  • Día de cerrar para abrir
  • Día de tirar un dado
  • Día de que me lean historietas como cuando era niña
  • Día de tapar las manchas de la pared
  • Día de trasplantar cactus que han crecido a macetas más grandes
  • Día de buenas ideas
  • Día de lanzacuchillos a la chica que gira
  • Día de bloquear las redes sociales (lo cual parece que se opone a la charla, pero resulta que no)
  • Día de tengo ganas, pero me da fiaca
  • Día de aletear
  • Día de estrenar un koinobori naranja
  • Día de cantar una canción que no sepamos… hasta que la sepamos
  • Día de vacío y la huella
  • Día de duelo
  • Día de acomodar ideas
  • Día de ver algo especial en lo cotidiano
  • Día de volver a escuchar un disco que no te había gustado. (El mentado experimento tiene por hipótesis que el tiempo surte efecto en nuestras preferencias.)
  • Día de pegar colores en cada cuadrado del mosquitero
  • Día de escupir ideas masticadas (delicadamente por supuesto)
  • Día de respirar aliviado
Author: Eduardo Abel Gimenez

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