[27/2/2002]
En Gran Bretaña están probando una especie de taxi sin chofer. Una cabina rodante que circula por un carril especial, a la que se entra (y a la que se paga) con una tarjeta magnética. Según CNN, es ciencia ficción hecha realidad.
¿Ciencia ficción? ¿Qué ciencia ficción?
Tal vez, la de Philip K. Dick. En ese caso, el taxi sin chofer se tomaría el trabajo de cuestionar los motivos del pasajero, protestaría por las malas condiciones exteriores, se divertiría buscando contradicciones y paradojas. En mitad del recorrido, el paisaje urbano se transformaría en una meseta desierta, y una voz caería del cielo como una tormenta de granizo para anunciar nuevas marcas de lubricante. El mecanismo oculto bajo el piso del taxi alcanzaría el satori. Y probablemente el pasajero también.
Tal vez, la ciencia ficción de Isaac Asimov. La fantasía blanca que yo leía de chico, donde la mayor transgresión era saltar de una acera rodante a otra, más rápida: el juego favorito de los jóvenes de “Las cavernas de acero”. En ese mundo, el taxi sin chofer andaría siempre limpio y a horario por altas cintas metálicas, bordeando ciudades de cristal junto a peatones que caminan de a dos.
Tal vez, la de William Gibson y los escritores del ciberespacio. Habría diversos modos de hackear los taxis, para viajar gratis o llevarlos más allá de sus carriles, o sellarlos para siempre y encerrar al enemigo en su interior. Todo bajo un cielo como la pantalla de un televisor que no sintoniza ningún canal (cito de memoria el comienzo de “Neuromancer”).
Probablemente, la ciencia ficción que aparece en los diarios de todos los días. Un poco de especulación: cabinas sin chofer pero con pintadas, algunas de ellas artísticas; pelotitas rodantes que se vuelcan de lado para armar barricadas; creatividad sin límites en el abuso de la habilidad del vehículo para detenerse ante un obstáculo. William Gibson empezaba a vivirla, y dio algunos pasos en la dirección correcta. Isaac Asimov no la vio en absoluto. Philip K. Dick la intuyó desde su propio universo, y eligió transformar esa realidad en mitología.
Cansa esto de los links podridos. Por suerte anda el primero, el principal. Y también el de Philip K. Dick.
Lo de CNN ya no está, y no tengo idea de cómo buscarlo en otro lado. A Asimov y a Gibson es fácil encontrarlos, por ejemplo, en la Wikipedia. (Pero claro, a principios de 2002, la Wikipedia en inglés tenía un año de antigüedad y unos 20.000 artículos. Todavía no era costumbre buscar todo ahí.)
Unos días después de salido este post, Jorge Varlotta me mandó su versión de lo que sería el taxi sin chofer en Montevideo. Está en otro post, publicado el 2 de marzo de 2002.
necesito carro por favor so y chofer tengo brebete a 3 vico en bocanegra en mz f 4 lote 10 a v 44