Mes: octubre 2017

Óleos

Puesto a hurgar en rincones donde hasta ahora no me había metido encontré unos óleos viejos, envueltos en papel arrugado. Son restos de la época en que mi padre pintó: los años ochenta, sobre todo. Están también sus pocos cuadros, junto a otros, en un lugar al que no tengo fácil acceso (hay demasiadas cosas en capas superpuestas que llenan un cuarto).

 

 

 

 

 

Se come

Dos fotos que subí hace poco a Instagram. Lástima el foco, en la segunda.

Viaria

En una caja de papeles viejos encuentro esta hoja de cuaderno suelta, sin fecha. Por la letra y el estilo, la debo haber escrito en los setenta. Habrá sido el comienzo de un proyecto que no seguí, como tantos. El texto, que ocupa el frente y la primera línea del dorso, describe un mundo cubierto de vías de tren. Algo como Railsea, novela de China Miéville, publicada en 2012; o como Transmundo, historieta de Enrique Alcatena y Eduardo Mazzitelli, publicada como libro en 2013, escrita y dibujada unos años antes. Me hace gracia, porque en su momento me sorprendió que a Miéville, por un lado, y a Alcatena y Mazzitelli, por el otro, se les hubiera ocurrido lo mismo. Y resulta que…

(En caso de querer leerlo, click para agrandar.)

Rada Tilly: Chicos de palabra

“Chicos de palabra” es una muestra interactiva y a la vez una campaña de promoción de la lectura que organiza cada año la Secretaría de Cultura de Rada Tilly. De manera original, imaginativa, se invita a los chicos de escuelas de la zona a leer y jugar en grupo. Y también a volver con sus familias.

La creatividad de María José Abeijón (secretaria de cultura), Adriana Vázquez (directora del Taller de Arte de Rada Tilly) y el equipo que trabaja con ellas es sorprendente. Ojalá el evento vaya teniendo cada vez más difusión, sobre todo fuera del área local, y eventualmente llegue a repetirse en otros lados. Acá en Buenos Aires, por ejemplo, le daríamos la bienvenida con entusiasmo.

El año pasado alcancé a curiosear la segunda edición. Este año me invitaron a participar en la tercera con actividades paralelas: talleres de lectura y escritura para adultos y para chicos de secundario. Fui, disfruté (incluso trabajando) y saqué fotos. El viaje y el disfrute no se pueden compartir; algunas de las fotos están acá abajo.

Para una de las actividades de “Chicos de palabra” usaron mi libro Justo cuando. Hicieron un jenga gigante. La consigna consiste en que cada jugador, a su turno, diga un “cuando” del libro (por ejemplo, “cuando estás por cruzar la calle y empieza el otoño”) antes de mover su pieza.

María José Abeijón describe el mecanismo, durante la inauguración.

Un grupo de chicos juega.

No falta mucho para que esto caiga. Por eso el casco.

Después del juego, el libro descansa en un bolsillo de la pared.

Otra actividad consiste en elegir una botella de un montón. Cada botella tiene un mensaje adentro. La idea es responder al mensaje en un papel (con forma de botella) y pegar la respuesta en la pared, que de a poco se llena de mensajes.

En relación con esa idea, María José creó esta “Biblioteca de Náufrago”:
Pantallas traslúcidas, linternas, siluetas recortadas forman un teatro de sombras. Un grupo de chicos armó esta representación, mientras uno de ellos los grababa con el celular.

Hay mucho más en la enorme sala de exposiciones del Centro Cultural Rada Tilly, donde se lleva a cabo “Chicos de palabra”. Las fotos siguientes, en desorden absoluto, muestran algunos rincones, algunos momentos.

Antes de todo esto, fui cuando todavía estaban armando todo. Pero fuera de hora, como para tener el lugar para mí solo. Sigue una variedad de fotos de ese momento: luces, sombras y colores son mérito de las diseñadoras.

Como frutilla del postre, coincidieron en el lugar Ruth Kaufman y Luciana Mellado. Acá, todos payaseamos entre los peces:

El sitio Rada Tilly Noticias tiene una buena descripción de “Chicos de palabra”:

“Chicos de Palabra” es una experiencia de los sentidos y de los sentires, una propuesta de descubrimiento estético, de incubación personal, de nutrición, expresión y escucha. Se trata de un espacio de narración y juego con la literatura que además suma en esta oportunidad un taller junto al escritor Eduardo Abel Giménez.
“Imaginamos y desarrollamos esta propuesta convencidos de que la lectura es contagiosa e imprevisible y que es la palabra la que nos constituye como seres sociales. Esta vez, el eje será la riqueza de las lenguas, el lenguaje en movimiento y el espacio estará atravesado por los mundos sutiles”, contó la Secretaria de Cultura, María José Abeijón. (…)
Cada año las ediciones proponen un eje diferente. En la primera, el ambiente invitaba a hacer una inmersión en los universos de diversos libros elegidos especialmente por abrir paso a la creatividad, la ciencia, los vínculos o la aventura, mientras que en la segunda edición el eje fueron las versiones de historias clásicas en un ambiente onírico de bosque monocromático.
Sobre esta tercera edición, la Secretaria de Cultura, Maria José Abeijón, anticipó que “este año tendremos una estética marina- submarina jugando también con la fusión cielo-mar. Nos centraremos en los mundos sutiles – lo ingrávido, lo que flota, las sombras- en un paralelismo con el lenguaje como coreografía, como el movimiento envolvente de la palabra, lo frágil, lo poético y lo preciso”.

Finalmente, alguien me sacó esta foto jugando al jenga. Con casco.

Rada Tilly: marea alta

Hace unos días subí unas fotos que tomé en Rada Tilly, durante la marea baja. Cuando volví con marea alta, el paisaje tenía otras cosas que decir.

La playa es tan horizontal que entre una marea y otra el mar avanza y retrocede tal vez doscientos metros, aunque el nivel del agua no cambie tanto.

Seis horas antes, en el espacio que muestra la foto no había una gota de agua marina.

El sol, a mi espalda.

Sombra en la espuma.

Para esto es el terraplén.

El viento despeina la ola. (Esta foto es ahora mi fondo de pantalla.)

Como si no hubiera nadie en ninguna parte.

Mini Crossword

El New York Times publica cada día un Mini Crossword, un crucigrama de 5×5. No hay que pagar para verlo y resolverlo. Sí para ver los anteriores: el archivo está tras la misma “pared de pago” de los crucigramas grandes y el resto del diario.

El autor de los Mini Crosswords es Joel Fagliano, genio del tema que anda por los veinticinco años. Joel publicó su primer crucigrama en el New York Times a los diecisiete: un logro, porque el crucigrama del NYT, en sus mejores momentos, es una forma de arte incomparable con lo que llamamos crucigrama por estos pagos. Después de eso, Joel fue asistente de Will Shortz (el editor de crucigramas del diario), y ahora es el “digital puzzles editor”.

No sé cuánto hace que salen los Mini Crosswords. ¿Tres años? Algo así. Los resuelvo siempre. Los disfruto la mayoría de las veces. Hay días en que se hacen cuesta arriba por la proliferación de referencias a la cultura popular (televisión, música, teatro, hasta marcas) o a lugares que uno no conoce a menos que viva allá. Otras veces salen de primera intención. La práctica ayuda, pero no porque uno vaya aprendiendo las definiciones: nunca se repiten. La mayor gracia de los crucigramas del NYT en general y de estos Minis en particular es la creatividad en las definiciones.

Arriba del esquema, un relojito va diciendo el tiempo que uno lleva resolviéndolo. Terminarlo en menos de un minuto, cuando me sale, es un orgullo para el resto del día. También, a veces, terminar uno de los más difíciles en no importa cuántos minutos; terminar a secas, digo, llegar a la última letra y ver aparecer la ventanita de felicitación (y el “suscríbase”, y la musiquita celebratoria).

Hice capturas de pantalla de tres Mini Crosswords recientes, luego de completarlos. Dos a fines de septiembre, cuando se me ocurrió este post pero no lo hice, y el de hoy. No están elegidos. La brillantez es constante día a día.

Rada Tilly: marea baja

Algo que aprendí en Rada Tilly, y miren que fue tarde en la vida eh, es cuánto cambia una costa el estado de la marea. Claro que en Rada Tilly la diferencia es bastante dramática. Estas son algunas de las fotos que saqué el 19 de septiembre, alrededor del mediodía, con marea baja. En una próxima galería llegará el turno de las fotos de marea alta: otro planeta.

Uno llega donde suele estar el mar, pero el mar se fue para allá donde señalan las nubes.

Mirando al sur: la Punta del Marqués.

Mirando al norte: el cerro que esconde a Comodoro Rivadavia.

En medio de Rada Tilly, frente a la playa, hace el ridículo el único edificio alto del lugar.

¿Vale jugar con el color?

¿Vale jugar con las nubes?

Cuando despertó, la Punta del Marqués seguía estando allí.

La playa llega hasta la punta de mis pies.

No son solo estas dos. Todas las aves apuntan en la misma dirección.

Piedra libre a Comodoro, allá atrás.

¿Todo lo que sube tiene que bajar?

Estaba a punto de levantar vuelo.

Poco tráfico

Estuve dos semanas en Rada Tilly, al lado de Comodoro Rivadavia, invitado por la secretaría de cultura de la municipalidad. Ah, la tranquilidad. Fue la primera vez en largo tiempo que Google dijo que había poco tráfico en mi zona. El truco era cambiar de zona nomás.

Sobre el tramo cortado en el camino que iba por la costa: durante la tormenta terrible del 29 de marzo pasado, que inundó la zona de agua y barro, el alud rompió un puente del lado comodorense del cerro que separa ambas ciudades. El puente permitía cruzar el Río del Tordillo, un hilito de agua francamente amateur que ese día se profesionalizó con honores.

A veinticinco años del Campeonato Mundial de Juegos de Ingenio

En junio se cumplieron veinticinco años del First World Puzzle Team Championship que organizó Will Shortz desde la revista Games. En la foto aparece Will con nuestro equipo. Salimos segundos luego de los Estados Unidos, entre trece países participantes.

De izquierda a derecha: Will Shortz, Eduardo Abel Gimenez, Pablo Coll, Rodolfo Kurchan, Jaime Poniachik (capitán del equipo) y Lea Gorodisky. Gracias a Rodolfo Kurchan que se dio cuenta del aniversario redondo y subió la foto a Facebook.

Sesenta años del Sputnik

Hoy se cumplen sesenta años del lanzamiento del Sputnik, el primer satélite artificial. Yo tenía tres años y no me enteré, pero pronto le haría lugar en mi universo infantil, fascinado por la astronomía, la astronáutica y todo lo que empezara con “astro”.

Es una joya la tapa del New York Times del día siguiente al lanzamiento. Por el asombro que se le ve, pero también por el lenguaje: los soviéticos “disparan” (no “lanzan”) un “satélite terrestre”. ¡Circunda el globo a 18.000 millas por hora! Y rastrean la “esfera” en cuatro pasadas sobre los EE.UU. Todo eso en el título a ocho columnas.

(Armé una imagen de la tapa completa a partir de varias capturas de pantalla. Es lo bastante grande como para que se pueda leer todo: click para curiosear mejor. Gracias al N.Y.T. que hizo esto disponible para conmemorar el lanzamiento.)

Hay otras cosas que vale la pena mirar en esa página. Por ejemplo, que la Argentina encontró lugar gracias a las medidas de la así llamada Revolución Libertadora: estado de sitio en la ciudad de Buenos Aires y en la provincia, tras arrestrar entre 100 y 300 sindicalistas.

En tanto, el sindicato de camioneros de EE.UU. eligió a Jimmy Hoffa (“James R. Hoffa”) como presidente. Según Wikipedia, Hoffa estaba vinculado al “crimen organizado”. Años después fue preso, hasta que renunció al sindicato en un acuerdo con el gobierno de Nixon. Desapareció en 1975, y lo dieron por muerto en 1982.

En el sur de los EE.UU, el gobernador de Arkansas se mantenía firme en su postura a favor de la segregación racial. El señor Faubus murió de cáncer de próstata en 1994.

Guy Mollet fue designado primer ministro de Francia, más o menos en la época de la guerra de Argelia y la creación de la Comunidad Económica Europea (temas de los que ni siquiera sé lo que no sé).

Pero el Sputnik andaba por allá arriba, a “560 millas de altura”, una región donde las cosas se ven de otra manera.