[14/5/2002]
¡Blasfemia! Me gusta el olor de mis zapatillas sudadas y pegajosas. Sólo el de las mías, claro. Hay millones de zapatillas que odiaría tener que oler. Ahí está. Lo escribí. Qué tanto.
Supongo que no era todo mérito de mis pies, sino también de la marca de zapatillas. Acabo de probar con las que tengo puestas, que son otras muy distintas, y no me gustó.