A la izquierda, el baño para negros. A la derecha, el baño para blancos. (Foto tomada en un vagón pullman del tren Buenos Aires-Mar del Plata.)
Mes: agosto 2002
Dos viejas en la vereda. Una, del lado de la calle, mira de reojo cómo me acerco. La otra, del lado de la pared, gesticula ampliamente y dice:
—Mientras hablaba se inflaba, se inflaba, se inflaba.
*
Los dos están en la entrada de un edificio de departamentos. El muchacho mira a los ojos de la chica como si los suyos fueran rayos láser. O, mejor, ametralladoras. Ella mira un poco al costado, tratando de encontrar otra cosa a la que prestar atención. Él dice:
—No querés darte cuenta, eh. No querés darte cuenta, eh. No querés darte cuenta, eh.
*
Me cruzo con ellas por la vereda. La mujer más joven lleva de paseo una cosa ratonesca con una de esas correas que se alargan, a varios metros de distancia. Viene hablando, la mujer más joven. Señala en dirección al bicho con pelos:
—…y estaba atacando. Mi perro se quedó mirándolo, mirándolo, mirándolo…
[2/8/2002]
Oyendo a un amigo que hablaba por teléfono entendí finalmente de dónde viene la expresión “lo que sea menester”. En realidad lo escribimos mal, aunque pronunciándolo de corrido suene bien: no es “lo que sea menester” sino “lo que se ame en Ester”.
[1/8/2002]
Hay novedades en el sitio de Graciela Montes, que me ocupo de mantener en la Web. Entre otras cosas:
“La ocasión”, conferencia pronunciada el pasado 22 de julio en la Feria del Libro Infantil y Juvenil de Buenos Aires.“Nicolodo viaja al País de la Cocina”, cuento completo con dos dibujos de Julia Díaz.“El Corcho”, nueva sección con comentarios breves (incluyendo unas frases amistosassobre este weblog, que agradezco).
A estas alturas, el sitio contiene toneladas de información de muy buena calidad. Hay que decir que Graciela adoptó con entusiasmo las mejores prácticas para la Web: contenidos reales, lenguaje propio, facilidad de uso, actualización periódica, y varias características más de las que suelen faltar en muchos sitios. Es un gusto ser parte de eso.
Como ya comenté por acá, hace años que el sitio de Graciela Montes dejó de estar disponible. Una gran pena.