[18/1/2003]
Por algún motivo, el ingenio colectivo no consiguió todavía un nombre mejor para los porteros eléctricos. “Portero eléctrico” es una expresión larga, molesta. Y todavía peor, ofensiva, cuando la abreviamos: “Sonó el portero”, “Alguien tocó el portero”. Los porteros (los de carne y hueso) deben sentirse agredidos cuando oyen esas frases. Nos acercamos y le decimos al hombre que está solo y espera allá en la planta baja: “El portero no anda”. No entiendo por qué no responde con una trompada.
Claro, el portero de carne y hueso no es en realidad portero sino encargado. Pero “portero” es la palabra que está en mente de todos. Si no fuera así, el “portero eléctrico” se llamaría de otra forma.
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El portero eléctrico de mi edificio tiene un problema de representación. Está girado noventa grados. La hilera inferior de botones no representa la planta baja, sino los departamentos C. La que sigue, los departamentos B. Y la de arriba los A. Tres hileras solamente, para un edificio con dieciocho pisos. Los pisos, a diferencia de lo que se ve en cemento y ladrillo, aquí son columnas verticales, una al lado de la otra. El piso de la extrema izquierda (por usar una expresión común en un contexto diferente) es el primero. El de la extrema derecha (ver comentario sobre la extrema izquierda) el 18.
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En los últimos treinta años deben haber inventado otras tecnologías para los porteros eléctricos. Es difícil creer que no haya nada nuevo. ¿Por qué, entonces, tenemos que soportar esa maraña de cablecitos que no se entienden a sí mismos, tan poco resistentes a la humedad, que se prolongan en el espacio hasta esos antiguos aparatos símil teléfono que adornan la pared de cada cocina, donde la gente los cuelga mal y entonces nadie más oye nada hasta el día siguiente, la misma maraña de cablecitos de colores que se pone contenta como un perrito cuando viene el técnico, para sacar un par de tornillos con las manos engrasadas y volver a ponerlos tras alguna reparación sacada directamente de los Picapiedras?
Quiero otra cosa, algo diferente, que aproveche las ventajas de los nuevos sistemas de comunicaciones. Y no, no me consuelo con esa cámara miope que puso Cablevisión y que permite a los vecinos más neuróticos ver si tengo el mismo short de ayer, en directo, por el canal 98.
Qué cosa ese servicio de Cablevisión y su canal 98. Me imagino que hace mucho que no existe. No existe, ¿no?
Hoy, sábado, no es el mejor de mis días para hablar de los porteros eléctricos: a las 9:00 (bastante más temprano que las horas del mediodía en que suelo amanecer los fines de semana) el afilador de cuchillos lo usó para preguntarme si tenía algo para afilar… !#%/*(!#
(La muerte del ring raje)
Otra cosa a mejorar:
Que no se pueda tocar más de un piso a la vez.
veo que lucas todavía no conoce la secreta utulidad de las carpetas –por si acaso no se lo expliquemos– BTW: sería copado un “encargado eléctrico” con pisitos (como el ajedrez tridimensional) y que en vez de botones tenga las caritas de los que viven en cada casillerito, así uno puede llamar selectivamente a cada habitante “metiéndole un dedo en la jeta”. Obviamente el “encargado eléctrico” (que ya me lo estoy imaginando como una representación holográfica) se iría actualizando según quien estea o no en casa, como para saber de antemano si tengo que tocar o no, porque Carmensita no se encuentra o porque efectivamente, como me dijo, llegó la abuela… En los edificios torre, y aprovechando que es una “representación tridimensional holográfica interactiva” el encargado eléctrico (o, a esta altura: edificio virtual) podría panearse de arriba a abajo según vayamos buscando en los pisos.
(aguante THe Matrx)
El afilador pasa por casa dos o tres veces por semana, pero justo antes del mediodía. Da un timbrazo cortito, así que ya lo reconozco y no lo atiendo.
Lo de un botón por vez… Eso es una gran idea, aunque se perdería mucho del folklore infantil (carpetita incluida).
En cuanto al encargado/edificio virtual… ¿Qué hacés en Buenos Aires, Pablo? Lo tuyo es Hollywood. O por lo menos Silicon Valley…
bueno también se puede hacer de cartones y chapa, y para crear transparencias: bolsitas de nilon… (bajando el presupuesto)
Y para que sea aún más barato, la foto de la misma persona en todos los pisos pero con el nombre cambiado a mano.
jajaja!
Roñoso. Cambiate el pantalon corto, que no solo te lo pusiste ayer, sino anteayer y el dia anterior.