[31/7/2003]
El lunes pasado volvíamos de Mar del Plata en medio de la niebla. Yo quería sacar fotos del campo neblinoso, pero no podía porque estaba manejando. Mi mujer se prestó a tomar dos o tres fotos, no cincuenta como yo esperaba. Entonces le di la cámara a Gabriel, con quien comparto esta tendencia a la exageración, y se puso a disparar desde el asiento de atrás con total felicidad. Sacó cerca de cien fotos, incluyendo su campera, la mía, un bolso, el asiento de adelante, el piso del auto, el techo y todo lo que había cerca además de parte de lo que no había. También, claro, el campo neblinoso, del que van cinco ejemplos aquí abajo, sin recortes ni retoques.
Me reí nada más imaginando a Gabriel con la cámara !
Ver las cosas desde la óptica de un chico es de lo mejor 🙂 Que buen recuerdo 😀
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toda la seccion de Gabriel es muy linda y estos paisajes en particular me gustan mucho por la niebla; al borrarse los limites aparecen unas imagenes como de sueño.
a veces tb. la neblina trae visiones subitas como la vaca blanca que se le aparece en el camino al abuelo en Amarcord (espero que no les haya pasado algo asi).
(no encontre la tilde)
jajajaja, que buenas imagenes; desde ahora una de las paginas favoritas que voy a tener; la vision que tienen los chicos, y que alguna vez tubimos nosotros, es muy hermosa