Cada vez que llueve sale a recorrer los charcos, buscando lo que perdió.
Va de charco en charco, agachándose para mirar bien mientras sostiene el paraguas lo más vertical que puede. Se moja la espalda, los pies. Siente un poco de frío.
Sólo cuando llueve, porque si no no hay charcos, y si no hay charcos jamás podrá encontrar lo que perdió.
¿Una lágrima?
Buena idea, NotPretty. 🙂