Estás en el hielo, con zapatos de calle. Deberías avanzar, corriendo en lo posible, pero el hielo es resbaladizo. Quien te persigue, en cambio, lleva patines. Imposible que no te caigas una y otra vez.
Es como la escena de Bambi con el conejo, la primera vez que Bambi pisa el hielo. Pero el conejo te quiere matar.
por casualidad la escena no se completa con un tren adelante que estoy perdiendo…
aaaaa..
EdAbel, ¿tan rápido volviste de las vacaciones?
Tenés razón, Pablo. Me olvidé de nombrar el tren.
Oh, sí, un Bambi Gore, digno de estas fechas!
¿Y si probamos sacándonos los zapatos? Quizás este sea un buen lugar para para que los protagonistas sean “nuestros dedos gordos”…
Buena idea, Andrea. Aunque sea la última cosa que hagan…