Este es uno de esos cupones que las maquinas de Sacoa entregan cuando termina el juego.
No sé si podré elegir los recuerdos, pero me gustaría canjearlo por la música de una película que se me fue para siempre de la cabeza. O por el final de una novela que leí hace tiempo y ya no se consigue. O por la cara de aquella chica del campamento en Valeria del Mar.
y si me toca un recuerdo feo? cierro los ojos nomás?
Quisiera canjearlo por el recuerdo de tu cara enmarcada por tu pelo suelto, sobre la almohada, luego de hacerte el amor. (Para cualquier lectora de este log 😉 )
Cualquier bondi…
Represión inconciente de recuerdos traumaticos. Como que me va a sobrar ese vale.
Diego, que me he puesto roja!
hahaha 🙂
Por cierto, mi recuerdo sería: el sabor de las primeras ciruelas que probé en mi vida, a la edad de 6 años, en la chacra de mis abuelos, en el sur de argentina, cuanod aún era inocente del todo 🙂
Yo lo canjearía por volver a sentir ese olorcito mezcla de pupitres de madera recién barnizados con útiles nuevitos, de mi primer día en primer grado… Oh, qué nostálgica me ha puesto el cupón…
Agradece que tu esposa no lee ésta pagina, sino recuerdo que te daba de la cara de aquella chica del campamento en Valeria del Mar.
yo lo cambiaria por el recuerdo de ese instante magico,luego de hacer el amor, cuando estas recuperando el aliento porke casi no puedes respirar por el grado de exitacion en el que estabas