Lo venden en latas. No se puede creer. Tanta historia, tanto esfuerzo que llevó a las generaciones anteriores, tan simbólico de los usos y costumbres. Tan particular, tan idiosincrático. Tanto prestigio, tanta vergüenza. Tan preciso en cuanto a requerimientos y resultados. Tanto que se habló, tanto que se discutió. Tanta sangre derramada. Tan cálido en las manos, tan frío a distancia. Tanto que se exigió, tanto que se retaceó. Tan sólido a la manera en que eran sólidas las enciclopedias. Y ahora lo venden en latas.