Baldosas deducibles

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, haciendo un hábil uso de las características de las baldosas que adornan nuestras veredas, ha diseñado un nuevo mecanismo por el cual los vecinos de esta ciudad pueden deducir de las tasas municipales el periódico gasto en baldosas nuevas en que deben incurrir.

Las baldosas de Buenos Aires tienen una cualidad que comparten con las huellas digitales: no hay dos que sean idénticas. Es el resultado de largas décadas de romper y arreglar, romper y arreglar, romper y arreglar. Cada empresa de servicios públicos, cada compañía de televisión por cable, cada entidad con caños que tender ha venido rompiendo y arreglando, rompiendo y arreglando sin prisa y sin pausa. Tras romper algunas baldosas en cada vereda las han reemplazado (y las siguen reemplazando) con baldosas nuevas, parecidas a las anteriores. Parecidas, que no iguales. El entramado de sucesivas sustituciones le ha dado a la ciudad ese original aspecto de rompecabezas, aún no debidamente documentado por quienes se interesan en el paisaje urbano, ni académica ni artísticamente.

Ahora, el Gobierno de la Ciudad ofrece una oportunidad única en el mundo, con la apertura del Registro Urbano de Baldosas. Cada propietario frentista deberá tomar una foto de cada una de sus baldosas (de acuerdo a especificaciones técnicas que se pueden retirar en los Centros de Gestión y Participación de 8 a 12), y depositar una copia de esas fotos en el Registro. Se le dará un número por cada baldosa, y se le sellará el dorso de otra copia de cada foto. El trámite será gratuito.

Y ahora lo verdaderamente interesante. Cuando una empresa de servicios cave una zanja en su vereda, entregará al propietario un fragmento de cada baldosa destruida en el proceso. Ese fragmento, no menor al 51% (cincuenta y uno por ciento) de la superficie original de la baldosa, será depositado por el propietario en las oficinas del Registro junto con la foto correspondiente. El Departamento de Verificaciones del Registro de Baldosas tendrá treinta días hábiles para expedirse sobre la exacta correspondencia entre fragmento y foto.

En tanto, la empresa responsable de la zanja volverá a cubrirla, como siempre, con baldosas nuevas, parecidas pero no iguales a las anteriores. Además, hará entrega al propietario de un Certificado de Costo de las baldosas adquiridas y colocadas. Tras tomar nuevas fotos, el propietario se presentará ante el Registro para dar de alta las nuevas baldosas, acompañadas por su respectivo Certificado de Costo.

En caso de que el Departamento de Verificaciones del Registro de Baldosas acuerde la baja definitiva de las baldosas cuyos fragmentos fueron presentados, el propietario podrá tramitar la deducción de un 33% (treinta y tres por ciento) del monto estipulado en el Certificado de Costo de la tasa por Alumbrado, Barrido y Limpieza que le corresponda, en el año inmediatamente siguiente.

Con este nuevo emprendimiento, el Gobierno de la Ciudad se enorgullece de aunar en un solo proyecto las características que hacen que nuestra urbe sea única en el mundo, con el afán participativo de los ciudadanos, y el deseo de hacer justicia en el tema de la distribución de las tasas a pagar.

Se da por descontado un amplísimo apoyo popular a la iniciativa.

Author: Eduardo Abel Gimenez

0 thoughts on “Baldosas deducibles

  1. Desconcertante, pero no imposible. Yo agregaría la certificación de material no resbaladizo en días de lluvia, con foto de caída estrepitosa sellada por autoridad competente, y descuento del 100% en ABL del siguiente año.

  2. Estás en un error, donde dice:”aún no debidamente documentado por quienes se interesan en el paisaje urbano, ni académica ni artísticamente.”
    En el sitio de Curiosamonserrat.com.ar hay una cantidad de fotos y comentarios sobre las veredas del barrio. Pero es cierto que las baldosas de la vereda habitualmente pasan inadvertidas en cuanto a diseños y colores, hasta que llega el momento de repararlas.
    Saludos de Héctor. Muy bien el Blog !

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