Recorren largas distancias en fila india, caminando con la cabeza baja. Esconden los ojos en una masa de pelo. Los martes se juntan de a tres para cazar conejos. Al comienzo del invierno cavan madrigueras en terrenos blandos, esperan las primeras nevadas y dejan que el techo se les desmorone encima. Tienen cinco dedos en cada pata. Cambian los dientes durante la primavera, a la vez que cambian de sexo. Según la ocasión se muestran desconfiados, lentos, astutos, tranquilos. De pequeños eligen una roca, para volver a frotarse en ella una vez por año. Son buenos nadadores. En días de lluvia se los ha visto andar en círculos.