Mes: agosto 2007
Si todo empezara con a no habría tristeza, pero sí angustia. Nada de miedo, pero sí ansiedad. El arroz no podría ser integral. Las armas las llevaría un ángel. No sé cómo, con arena y agua no se haría un mar. Yo me llamaría apenas Abel, como un alias. Y vos, ¿te quedarías sin nombre?
Empezó agosto, y yo todavía luchando con abril.
(Abril es una palabra hermosa. Suena como atril, pero es mucho más linda.)
(Ahora que dije atril, me acordé de una pareja que conocí de campamento en Valeria del Mar, hace muchos años. Se llamaban mutuamente Trilo y Trila. Porque un día tendrían un hijo, y entonces serían una trilogía. Cosas que vuelven a la memoria por asociación libre, en la primera media hora de un nuevo mes, cuando uno todavía está con meses de atraso en la vida.)