La canadiense Anne Adams tuvo una forma de demencia que también afectó a Maurice Ravel. Los dos sufrieron pérdidas de lenguaje, los dos desarrollaron nuevas formas de creatividad. Ravel compuso el “Bolero”, repetitivo, estructurado, creativo como nada. Adams pintó imágenes como la que representa una migraña (a la derecha, un fragmento; en el New York Times, la imagen completa)… repetitiva, estructurada, creativa como nada.
- A Disease That Allowed Torrents of Creativity (New York Times).
- Una demencia que despierta la creatividad (traducción bastante abreviada, en La Nación).
Ah, esa sensación tan rara de que si el cerebro hace algo nuevo, anda mal.
Algo habíamos visto nosotros en neurofisiología, hace años, y con ciertos errores de archivo (ese .ram no está más), algo había escrito al respecto aquí.