La moneda rueda por un borde de la mesa hasta llegar casi a la esquina. Gira y recorre otro borde. Vuelve a girar, tercer borde. Gira por última vez, recorre el cuarto borde y viene a caer justo en mi mano. Alrededor, la gente aplaude el truco. Pero la moneda quema, así que tengo que soltarla y aplastarla con el zapato. Luego habrá otra mancha oscura en la alfombra.