De vez en cuando un cambio de piel es saludable. Así que atrás queda la Mágica Web (seis años y diez meses, 2.768 posts; seguirá aquí, visitable, por supuesto).
Los invito a todos a Ximenez en Blogger: ximenez2.blogspot.com.
(También sigo con mi anotador de cosas encontradas: ximenez.tumblr.com.)
Gracias por la paciencia y por la compañía.
Nota de febrero de 2018: Acá en el futuro, vuelvo a juntar todo en la Mágica Web y le pongo mi nombre de título. Diez años no es nada.
Y allá vamos nosotros, como corresponde.
hey!!
¿Así, sin anestesia?
Sin anestesia. Igual que cuando se acaba una novela. No puede ser que un blog no acabe nunca. Al final se convierte en un peso. ¿O acaso no anda uno arrastrando el blog como si fuera un tren de carga sin otra locomotora que uno mismo?
Y en todo caso, allá en Blogger sigo haciendo los trucos de siempre.
Claro que lo seguiremos hasta el otro barrio, sin protestar 🙂
Es cierto: un blog (un buen blog, como este… qué digo, esto no es, en realidad, un blog, es la biblioteca celestial de Borges!) tiene puntos de encuentro con la novela, entre ellos el tener final algún día, aunque uno qusiera seguir y seguir… Y bueno, habrá que releer. Y por supuesto que compraremos el próximo libro, barrio o lo que venga! Lo que pasa es que el nombre “La mágica web” es tan lindo…
Como sea, allá nos vamos. Qué suerte que todo esto queda en línea.
Bendiciones para el año que empieza, ya que estamos
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