Estaba leyendo por primera vez Galápagos, la novela de Kurt Vonnegut, y de pronto, al comienzo del capítulo 28, apareció un personaje llamado Eduardo Ximénez. ¡El susto que me pegué!
Estaba medio dormido, supongo. Era de noche, me había acostado, y si no fuera porque la novela se negaba a soltarme, hubiera dejado de leer antes de llegar hasta ahí. Pero bueno, leí, tropecé con el nombre, me sobresalté.
Vengo usando Ximenez como seudónimo desde hace años. No solo en este blog, también en varios juegos (World of Warcraft, Glitch…). Nunca lo acompaño con mi primer nombre, pero eso no impidió que me reconociera de inmediato.
En la novela, Eduardo Ximénez es un aviador que, por azar, rescata a seis niñas caníbales que se convierten en casi las únicas antecesoras de la futura humanidad. Por suerte, y hasta ahora, nada de eso se parece a mi vida. Así que no creo que Vonnegut me estuviera enviando un mensaje hace casi treinta años.