El big bang

Mi libro Partes de un espacio turbio reúne tres novelas cortas que recorren distorsiones en la percepción de la realidad, la conexión con el mundo a través de internet y la soledad. Las escribí entre 2017 y 2019.

La segunda de esas novelas se llama El big bang. Es una bola de nieve: el primer párrafo tiene una palabra, el segundo tiene dos, el tercero tres, y así hasta doscientas palabras. Termina con una playlist de la música que se escucha durante el transcurso de la novela. Empieza así:

  1. Música.
  2. Dos copas.
  3. De noche, tarde.
  4. Luna en la ventana.
  5. Una mancha en el mantel.
  6. Una mancha roja que se extiende.
  7. Se mueven la mancha y la luz.
  8. A su manera, el aire también se mueve.
  9. La playlist, en la computadora, puede durar tres días.
  10. Una persona acaba de irse sin ruido por las escaleras.
  11. La otra, en el piso, se va muriendo de a poco.
  12. Hay dos lámparas de pie encendidas. No iluminan más que la pantalla.
  13. Wish I could write songs, canta la voz, about anything other than death.
  14. El pecho contra el suelo, cara hacia la derecha, D se mira los dedos.
  15. Levanta el índice. Lo baja. Levanta el mayor: fuera de foco. El pulgar tiembla.
  16. Es la mano derecha. La izquierda estará allá atrás, abajo, tal vez cerca de la cadera.
  17. La voz quebrada copia el temblor. Whenever I’m alone with you, can’t talk. “Isn’t this weather nice?”
  18. D gira la mano que controla, para ver qué se esconde bajo la palma. Un papel hecho bollo.
  19. Es un papel chico, de libreta. El bollo está apretado como una araña muerta y descolorida por el tiempo.
  20. D lo arrastra con la mano hasta tenerlo entre la palma y la boca. Afloja los labios. Asoma la lengua.
  21. Marathon runner, my ankles are sprained. D separa los dientes, los junta, los separa. A ritmo, mastica el bollo de papel.
  22. Cuando la canción termina, sigue masticando. Empieza un piano suave, que D no conoce. Grupos de pocas notas. El ritmo, más lento.
  23. A D le pica el ojo derecho. Tiene la mano al lado, podría frotarlo, pero no quiere. Prefiere dejar que la lágrima resbale.
  24. La lágrima se desliza sobre el puente de la nariz. Fiel a la vertical, cae frente al otro ojo. Al mismo tiempo, D traga.
  25. Voz áspera: You’ve got to take me home, you silly girl. Put your arms around me. No se sabe hasta dónde baja el bollo masticado.
  26. D hace inventario. Ahora mismo su cuerpo está formado por los ojos, la mano, la nariz, la boca, el brazo, la garganta que acaba de tragar.
  27. El resto dejó de existir en algún momento, entre el comienzo de la caída y la llegada al suelo. O no: siente una parte del pecho. Respira.
  28. D aleja la mano de la cara, hasta tocar la pata de la mesa. La agarra. Tira con la poca fuerza que tiene. La mesa no se mueve.
  29. Un poco más arriba está la punta del mantel. Suelta la pata, tira de la tela. Quiere levantarse, o recuperar algo, o volver el tiempo atrás, no sabe qué.
  30. La tela sí, cede. Baja de a poco. Mirando de reojo, D llega a distinguir una de las copas, que se asoma al borde de la mesa. Tira más fuerte.

(La canción que suena entre los párrafos 1 y 22 es “Sprained Ankle”, de Julien Baker; la que suena entre los párrafos 22 y 30 es “Take me Home”, de Tom Waits).

Author: Eduardo Abel Gimenez

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