Todo se va poniendo amarillo. Es una plaga, una catástrofe, un desafío a las leyes de la física.
El olor de las uvas se pone amarillo. Alguna gente empieza a preocuparse.
Sale en los diarios: “El tacto de la seda se puso amarillo.”
Sale en la televisión: “El sonido de las bocinas se puso amarillo.”
Hay quienes corren en busca de refugio, pero no tienen dónde ocultarse porque sus propias percepciones los persiguen.
(Me “pone” usted verde de envidia)
¿… El conjuro del “Rey de Amarillo” de R.W.Chambers tal vez?
..A ver el siguiente..Yum…
Ojo! MIrá que le digo al Amarillo que estás despilfarrándolo por acá sin su consentimiento!
hehe 😛
(me encantó :P)
¿¿¿Será un caso de hepatitis generalizada, la bilirrubina invadiéndolo todo???
Hasta la sinestesia se puso amarilla.
Michel: La sinestesia siempre fue amarilla 🙂
Daniella: no se me había ocurrido, pero es bien posible.
Norya: ¿De qué color se puso tu amarillo?