Autor: Eduardo Abel Gimenez

Rebusque

Cansado de buscarle la quinta pata al gato, propongo:

Buscarle la quinta arista al cuadrado.
Buscarle el quinto jinete al apocalipsis.
Buscarle la quinta estación al año.
Buscarle la quinta flecha al teclado.
Buscarle la quinta cuerda al cuatro.
Buscarle la quinta cavidad al corazón.
Buscarle el quinto jugador a una partida de truco.*
Buscarle el quinto dedo al chancho.
Buscarle el quinto punto cardinal a la rosa de los vientos.
Buscarle la quinta estrella a la Cruz del Sur.
Buscarle el quinto viaje a Colón.
Buscarle el quinto elemento a la antigüedad.
Buscarle el quinto as a la baraja.
Buscarle el quinto brazo a la Vía Láctea.
Buscarle el quinto evangelio a la Biblia.
Buscarle la quinta operación fundamental a la aritmética.
Buscarle la quinta fuerza fundamental a la física.
Buscarle el quinto semifinalista a un torneo de tenis.
Buscarle el quinto idioma a España.
Buscarle el quinto libro a Confucio.
Buscarle el quinto movimiento a la Novena de Beethoven.
Buscarle la quinta novela a Kafka.

Presto atención a otras búsquedas en los comentarios.


* Sé que hay partidas de seis. Las jugué. Pero el truco canónico se juega de a cuatro.

Como agua


“Las formas del agua, las formas de la vida.
La memoria, la marea, los vidrios empañados.
Páginas húmedas, páginas con sed.

Como agua es un libro de metáforas, idea de Cecilia Afonso Esteves y Eduardo Abel Gimenez, con collages de ella y poesías de él.”

Ese es el texto de la contratapa de este librito para acunar y mirar muchas veces, que acaba de editar Del Eclipse. Hacerlo fue pura alegría, y verlo impreso expande la felicidad. (Foto por Cecilia A. E.)

Acabemos

“La primer jornada de capacitación…”

“La primer muestra de fotografía…”

“La primer semana de primavera…”

Dirán que soy un maniático, pero ver estas frases todos los días, en muchos lugares, me tiene harto, más que harto, podrido. Primero/primera es un adjetivo. Se usa primer antes de un sustantivo masculino, como en “el primer día”, “el primer insulto”. Si el sustantivo es femenino, corresponde primera: “La primera jornada”, “la primera muestra”, “la primera semana”.

¿Ya está? ¿Queda claro? ¿Me puedo ir a dormir la siesta?

Bueno, ahora que escribí esto acá me quedo tranquilo, porque sé que automáticamente todo el mundo va a empezar a hacerlo bien.

Caída

Gabriel me cuenta una adivinanza que leyó en alguna parte de la red:

—¿Qué es lo que tiene cuatro patas, le aúlla a la luna y es de cemento?

—No sé, ni idea.

—Un lobo.

—¿Eh?

—Lo del cemento era mentira.

Y así cae para siempre, sin remedio, de una manera que nunca hubiera imaginado, el edificio aparentemente indestructible de las adivinanzas.

Nadie es adecuado


Colonel Young: We are all the wrong people!

(Stargate Universe S01E05, 6:41.)

¿Que hora, me dijo?

Anoche, en la Argentina, se iba a adelantar la hora. Durante la semana pasada, el gobierno decidió no hacerlo.

Hoy, mi computadora (que toma la hora de algún servidor por ahí) amaneció adelantada.

Lo mismo el diario Clarín, que todavía ahora, a las nueve y media de la noche, dice que son las diez y media. La Nación, en cambio, se mantuvo en sus trece (o en sus doce). Algunos diarios, más precavidos, no tienen la hora a la vista en las páginas de inicio.

Gmail también está mareado, así que me encuentro contestando mails que todavía no me escribieron.

(En la compu de mi hijo nunca se sabe qué hora es. La pone bien, y al día siguiente marca cualquier otra cosa. Como si ella también estuviese entrando en la adolescencia.)

Cuento pavote, pero apropiado a la fecha

Las tres carabelas avanzaban con buen viento, ya cerca de la costa.

El nativo dejó a un lado el catalejo con que las estaba observando.

—Otra vez no —dijo, y apretó el botón.

Física

Todo lo demás se ajusta a su medida.
La ventaja del fotón: el absoluto.

No estantes

Ayer anoté que la mayoría de mis libros está en otras partes, y no en los estantes que llamaría “biblioteca”. Esto, por ejemplo, ocurre en mi dormitorio.

Estantes 2

En los estantes de abajo, detrás de los libros visibles hay otros tantos escondidos. Pero la mayoría de mis libros está en otras partes.