“El fondo del pozo es una novela de ciencia ficción, pero una novela especial. Un tinte surrealista tiñe la historia confundiendo a los personajes y, junto con ellos, al lector. Y es que en el interior del pozo, las causas y los efectos tienen sus propias reglas, que nunca se llegan a conocer.”
Bonita reseña de mi novela El fondo del pozo, por José M. Larrea, en la revista online Sudor de Tinta. (La imagen de la tapa está tomada de ahí.)
Hacia el final, una reflexión que me sorprendió. Resulta que los tres personajes principales de la novela “piensan juntos”, es decir tienen una especie de telepatía extraña a la que nunca se llama por ese nombre. Larrea, entonces, dice:
“Es interesante ver cómo los personajes se refieren a esta manera de pensar: según ellos, cuando piensan juntos están conectados y cuando piensan por separado (por algún acontecimiento externo que los conmociona) están desconectados. Basta ver que la novela se publicó en 1985 para quedarse consternado. De alguna manera, El fondo del pozo se anticipó más de veinte años y nos habla directamente a nosotros, a nuestra realidad, en la que las comunidades y redes sociales tienen como idealidad una pertenencia común y un pensamiento compartido. Y si se tiene en cuenta que la habilidad de Sabrasú, Calibares y Gadma fue adquirida (al menos en teoría, ya que nada en esta novela es pasible de ser afirmado) por medio de la manipulación de una máquina, entonces da más que pensar. Este solo hecho justifica que se saque a esta novela del olvido en que está confinada. Y si le sumamos que es entretenida y está buena, tanto mejor.”