Categoría: Exploraciones

Más hielo

[11/2/2003]

El martes pasado conté aquí que alguien está usando una foto que hice hace años, con un cubito de hielo que se derrite. Tendrá algo especial esa foto, porque ahora la encontré también en La Biblioteca de Babel. Ya no digo que pidan permiso ni que anoten el nombre del autor (me resigné a las malas costumbres), pero por favor, muchachos, traten al menos de poner el hielito en páginas donde no choque tanto con el diseño.

[11/2/2003]

Esta vez el link anda y la imagen sigue estando ahí. Así que antes de que pase nada, acá va una captura de pantalla tal como se ve hoy (click para ver más grande):

Lo que había contado antes está también en MW+X.

Inversión

[9/2/2003]

Qué difícil es convencerse de que el espejo no invierte la izquierda y la derecha, sino el adelante y el atrás.

Hielo

[4/2/2003]

Mirando las estadísticas de este sitio me encuentro con que unos cuantos pedidos de archivos vienen de acá: A-V-I-D’s BlackPlanet.com Personal Page. Al bueno de A-V-I-D se le ocurrió usar como fondo de la tabla que ocupa su página una de las fotos (ver aquí abajo) de esta galería que armé en 1998. Es un honor. Tanto como la vez en que la misma foto (no recuerdo si usada por el mismo A-V-I-D) aparecía como identificadora de alguien en un sitio de discusión.

A veces me gustaría poder seguir el rastro de todas las cosas por el estilo que ocurren, pero hay varios factores que se interponen en el camino:

  • El limitado acceso a estadísticas que ofrece mi servidor actual.
  • La imposibilidad de acceder a muchos de los sitios que usan mis imágenes o hacen referencia a este sitio, porque requieren ser miembro.
  • El tiempo, que nunca alcanza para nada.

Desde aquí, entonces, un saludo al querido A-V-I-D, que si se busca en Google pronto se encontrará por estos lares.

Actualización: Arrgh. Mirando en Google me doy cuenta de que no distingue “A-V-I-D” de “AVID”, que por supuesto da muchos hits antes de llegar (si llega) al aficionado a los cubitos de hielo.

[4/2/2013]

El link a la página de A-V-I-D anda, pero no hay mucho que ver. Sobre todo, no está más la foto del hielo.

Orejas

[28/1/2003]

¿Para cuándo los Teletubbies van a averiguar si las orejas de esos conejitos que se les cruzan en el camino están o no bien pegadas a la cabeza?

Mirando mapas

[22/1/2003]

Hacía un tiempo que no miraba mapas. Y el otro día, siguiendo links medio dormido, me encontré inesperadamente con un planisferio. Es hipnótico: algo me obliga a mirarlo y mirarlo, recordando detalles o encontrando otros nuevos. Y esto último es lo que pasó.

Había una gran mancha en Asia, mayor que Mongolia pero más al oeste, donde los impresores de mapas solían gastar barriles de tinta verde para pintar sectores de la Unión Soviética. Lo que primero me llamó la atención fue que hubiera un país ahí: me falta entrenamiento para tomar los nuevos dibujos del mundo con naturalidad. Y enseguida, cuando recordé los varios Algo-stán que han tomado existencia oficial en los últimos años y me di cuenta de que tenía que ser uno de ellos, lo que me sorprendió fue el tamaño. ¿Tan grande? ¿Pero tan asombrosamente grande?

Claro, los planisferios engañan. Tal vez por eso la civilización occidental del hemisferio norte los puso de moda hace tanto tiempo. Europa se ve gigante, Estados Unidos también, y la sucesión Groenlandia-Canadá-Alaska-Rusia parecen ocupar más de la mitad del mundo. Eso contribuía a que Kazajstán se viera más grande de lo que es. Pero igual es el noveno país de mayor superficie de la Tierra (el octavo, por muy poca diferencia, es la Argentina).

¿Y ahora qué? Ahora tenía que saber más sobre ese nuevo universo, esos dos millones setecientos mil kilómetros cuadrados de planeta desconocido para mí. Busqué en Google (Kazakhstan, en inglés) y llegué al sitio oficial del presidente, donde todo reluce y es civilizado y turístico a la manera llena de tramas de Front Page. También al World Factbook de la CIA, sitio que no se puede esquivar si uno busca datos precisos; ahí supe, por ejemplo, de terribles problemas ambientales (“radioactive or toxic chemical sites associated with its former defense industries and test ranges throughout the country pose health risks for humans and animals; industrial pollution is severe in some cities; because the two main rivers which flowed into the Aral Sea have been diverted for irrigation, it is drying up and leaving behind a harmful layer of chemical pesticides and natural salts; these substances are then picked up by the wind and blown into noxious dust storms; pollution in the Caspian Sea; soil pollution from overuse of agricultural chemicals and salination from poor infrastructure and wasteful irrigation practices”); material de pesadillas. Y luego el asombroso sitio www.kz, donde es imposible ir a ninguna parte y sin embargo tiene un contador que, al día de hoy, marca 991.663 visitas. Y la Lonely Planet, que por algún motivo ignora la H y escribe Kazakstan, donde apareció un párrafo magistral, de esos que hacen que la literatura y el turismo evolucionen en paralelo: “If you’re not a fan of endless semi-arid steppe and decaying industrial cities, Kazakstan may seem bleak as a month-old biscuit. And if it sometimes looks like the landscape has suffered from hundreds of nuclear explosions, well, parts of it have – ever since Russian rocket scientists started using Kazakstan as a sandpit in the late 1940s. But any country which uses a headless goat’s carcass as a polo puck obviously has lots to offer.”

Más tarde busqué fotos y otras formas de entrar aunque fuera de muy lejos a lo que debe ser vivir como una piedra en medio de tantas piedras, con la historia infinita de que habla el presidente en su página para respaldarlo todo. Y dos días después, en la casa de un amigo con mi mujer y mi hijo, se me ocurrió hablar de la nueva obsesión. Un poco se rieron. Pero Stefan sabe mucho de geografía y política, y tenía bastante presente que en Kazajstán hay un presidente autoritario, que el país llega hasta las montañas de Altai, que hay muchos alemanes que los rusos enviaron en épocas nazis por el temor de que se unieran al horrible Führer (luego comprobaría que más del cinco por ciento de la población de Kazajstán es de origen alemán).

¿Qué más aprendí?

  • El idioma oficial es el kazaco (o kazako), pero todos hablan ruso.
  • Rusia alquila unos cuantos kilómetros cuadrados, donde tiene el cosmódromo de Baikonur. Paga 115 millones de dólares por año.
  • La montaña más alta tiene casi siete mil metros, un metro por cada kilómetro de frontera entre Kazajstán y Rusia.
  • La capital ya no se llama Alma Atá, sino Astana.
  • La mitad del lago Aral pertenece a Kazajstán. Mejor dicho, la mitad de cada mitad en que el lago está separado ahora que se va secando.
  • Kazajstán no tiene costa marítima. Lo más parecido son sus casi mil novecientos kilómetros de costa sobre el Caspio, que es un lago salado a menos que los intereses de quien lo mencione requieran que se trate de un mar.
  • La región del Caspio es la segunda más rica en petróleo del mundo entero.

El fuego se apagó lentamente, hasta que terminé de aceptar que la lista de sitios por conocer no sólo es infinita sino también muy mala para la salud.

Y eso es todo. Un trozo de mi omnipresente ignorancia desapareció para siempre, con la típica paradoja de aumentar en proporciones desmesuradas lo que me queda sin saber. Lamento tantas palabras: nada más quería contar.

[22/1/2013]

Imposible actualizar todo. Mejor dicho: imposible tener ganas de actualizar todo.

Para empezar, ahora está la Wikipedia (en inglés, en castellano). El nombre en castellano no es Kazajstán, sino Kazajistán. El “kazaco (o kazako)” parece más bien ser “kazajo”.

La película Borat, de Sacha Baron Cohen, apareció en 2006, tres años después de mi post.

En cuanto a los links: el “sitio oficial del presidente” no responde, pero tampoco aparece que no exista más. Dejo la duda. Me dejo la duda. El sitio www.kz sigue estando, pero sin contador. Todo se deteriora con el tiempo.

Visto en Clarín.com hace un minuto

[8/1/2003]

Nunca la publicidad estuvo tan a tono con la noticia.

Cacafonías

[29/12/2002]

Hace unos días presenté dos frases donde aparecía cuatro veces consecutivas un mismo par de letras: “Así sí, Sísifo”, y “El pionono no nos gustó”. Pero con algunas observaciones: en el primer caso, tres veces la sílaba repetida tiene acento, y una no; en el segundo caso, las letras “no” tres veces forman sílaba, y una no.

Jorge Varlotta resolvió el problema con dos hallazgos:

“En Caracas cascas castañas.”

“Yo estoy encantado, y Chacho chocho, Cholita.”

Más todavía, aumentó la apuesta con una joya en que la misma sílaba aparece cinco veces consecutivas:

“Esto, Toto, totora es y no espadaña.”

La otra vez no conté la historia de esto, Toto. Empezó con una frase de la vida real, que dijo Gabriel con respecto a alguna prenda: “La abuela la lavó.” Susanne, mi mujer, detectó las tres sílabas iguales. Poco después, Gabriel agregó otro caso, usando un lenguaje incomparablemente típico de él y todos los chicos de su edad: “Mi culo lo logró.” (Con perdón.) Estuve a punto de anotar eso aquí cuando se me aparecieron, de ese lugar donde se esconden cosas así, las frases con Sísifo y el pionono, y el juego con optimistas y pesimistas que me ayudó a decorarlas.

(Sigo, como entonces, creyendo que esto no es nuevo. Pero nadie salió con el dato de que se haya hecho antes. Aunque Markelo, en uno de los comentarios del post anterior, hizo notar un antecedente con palabras completas y ejemplos en más de un idioma, en la revista El Acertijo N° 11, donde el mejor caso en castellano, incluyendo cinco apariciones consecutivas de la palabra “como”, lo había escrito… yo.)

Actualización del lunes:

Jorge sigue disparando y subiendo la apuesta. Seis apariciones consecutivas de una misma sílaba:

“Poco coco, Coco, comiste ayer.”

También Markelo logró seis apariciones en los comentarios de este post, con la deliciosa frase:

“En la cama, mamá mama maravillosamente bien.”

Pero Jorge se lleva las palmas con lo que parece un record muy difícil de batir; nada menos que nueve apariciones:

“El Papa papa papa, papá Pablo.”

Actualización del martes:

Y sigue Jorge Varlotta con otros descubrimientos muy graciosos. Nada como el record de nueve apariciones de una misma sílaba, pero sí una lectura apasionante:

“Bailas, muchacha, chachachá chapuceramente.”

“Quiero el panqueque que queda.”

“Dame una banana, nana, nada más.”

“Que eso no te envenene, nene necio.”

Jorge también mejoró mis dos frases iniciales, llevándolas de cuatro apariciones de un mismo par de letras a cinco y siete:

“Así sí, si Sísifo lo permite.”

“Pionono no, nono, no nos gusta.”

Actualización del miércoles:

Hay novedades, aunque no nos deje mucho que decir el comentario de Juan Terranova a este mismo post (“Perdón Señores, lamento discrepar, pero hasta ahora lo mejor de todo fue ‘Mi culo lo logró’ de Gabriel. ‘Mi culo lo logró’ es tan enigmático y trascendental como un haiku. Lo demás, Varlotta incluido, son apenas virtuosismos técnicos, cuando no oraciones sin un sentido real. Por todo eso, hasta ahora, los únicos que lograron algo fueron Gabriel y su culo”).

Para empezar, Jorge defiende unas frases suyas que hasta ahora no incluí aquí (“Deje…, ¡je, je, je!, ¡jejenes a mí!” y “Vieja, ¡ja, ja, ja!, jaboname la espalda”). Su argumento: “Quebrando una lanza por los jas y los jes: recién me di cuenta de que omitiste las frases con ja ja ja y je je je, pero mirá que esas expresiones están en el DRAE. Quiero decir que no es una repetición caprichosa, sino que los tres ja y los tres je, con signos de admiración y comas incluídos, son las únicas formas aceptadas por la Academia para ja y je. Pueden no gustarte las frases, pero quiero destacar que el procedimiento es válido.”

Por otra parte, Markelo, comentando este post y elaborando sobre una frase de Jorge, superó el record de nueve apariciones de un mismo par de letras, llegando a diez con:

“Cuántas cosas están pasando: el Papa papa papa, papá papando moscas y yo escribiendo esto.”

Lo cual me dio pie, parado en los hombros de gigantes, para pensar en algo que tal vez acabe zanjando la cuestión:

“Mientras el Papa papa papa, papá papa papaya.”

¡Que tiene nada menos que doce apariciones de “pa”!

Segunda actualización del miércoles:

Siguiendo la línea del último record, acabo de alcanzar las catorce apariciones consecutivas de una misma sílaba:

“El Papa papa papa, papá papa papa, ¡papanatas!”

Por último, un comentario de Jorge Varlotta:

“Notable la historia de la cosa, a partir de Gabriel (no sabía que estaba compitiendo con Gabriel y con Markelo). Los ejemplos a partir de Gabriel me hacen pensar que en este juego hay algo esencialmente infantil; fijate que la mayoría de las frases tienen un notorio clima infantil; y aparece la sospecha de que en lo que se dice, en realidad se está diciendo otra cosa. Había un francés, citado si mal no recuerdo en la antología de humor negro de Breton, que había creado toda una teoría delirante partiendo de juegos parecidos (y la teoría concluía con que el hombre desciende de la rana).

“Este juego cacofónico podría llamarse ‘cacafonías’.”

Cacafonías, entonces. Le voy a contar a Gabriel.

Tercera actualización del miércoles:

Escribe Jorge Varlotta:

“Si nos permitimos una expresión lunfarda, tanguera, podemos llevar el récord al delirio (“papa”, adjetivo, es algo así como “lindo”, “bueno”, “confiable” —o al menos eso creo):

“El Papa papa papa papa, papá papa papa papa, ¡papanatas!

“También es de hacer notar que el DRAE permite ‘papa’ como ‘papá’, de modo
que hasta se le puede quitar el tilde a papá y dejar satisfechos a los puristas del juego.”

En tanto, Markelo comenta en este mismo post:

“Llegué a las 15 PA con un adjetivo delante de Papa a saber: ‘Pio XXI, el opa Papa, papa papa, papá papa papa, ¡papanatas!’ Según el DRAE: opa. (Del quechua upa, bobo, sordo). 1. adj. despect. coloq. Arg., Bol., Par. y Ur. Tonto, idiota. U. t. c. s. (Si a alguno le parece un adjetivo poco adecuado… lo desafío a que encuentre otro adjetivo, masculino… terminado en PA (que no sea Okupa ni Jeropa).)”

Si aceptamos y sumamos todo lo que dicen, entonces llegamos a:

“El opa Papa papa papa papa, papa papa papa papa, ¡papanatas!”

Con lo que el número de “pa” consecutivos llega a diecinueve, todos formando sílaba y sin acentos. ¿Es posible que esto termine justo antes de llegar a veinte? ¿Quién da más?

Actualización del jueves:

No podía ser de otro modo. Jorge Varlotta llegó a las veinte apariciones consecutivas de “pa”:

“Pio XXI, el diríamos antipapa Papa, papa papa papa; papa papa papa papa: ¡papanatas!”

Actualización del viernes:

Markelo, comentando, este post, dice:

“Para la colección (ya no para el record), alguna frase más. Conversación entre Jorge y yo:

“Jorge: Yo prefiero el trompo ¿y vos? Yo: ¿Yo? Yo yo-yo, yorugua.

“Que serían 5 o 6 yos. Y una variante para ir pensando:

“La frase quedaría así: si sí, sí, si no, no ¿no nono? -No se- me contestó el abuelo.

“Que sería algo así como (5+6) cacafonías. ¿Y sílabas de tres letras (como el de las castañas de Jorge)?

“El edecán, can-can canta y baila.

“¿Solo cuatro repeticiones? No creo…”

A lo que Jorge Varlotta responde:

“Gran tipo, ese Markelo.

“Esto suena como un refrán y sería muy irritante para Juan Terranova, pero,
en fin, es lo que hay:

“Quienes educan can, cancán cantan y bailan.

“Se puede empeorar todavía más apelando a la acepción 2 (m. Murc. Molestia,
fastidio):

“Quienes educan can -¡cancán!-, cancán cantan y bailan.

“Y con la acepción 3, (m. C. Rica. Especie de loro que no aprende a hablar)
empeoramos todo definitivamente:

“Quienes educan cancán —¡cancán!—, cancán cantan y bailan.

“Por más que todavía podemos adjetivar can:

“Quienes educan cancán can -¡cancán!-, cancán cantan y bailan.

“(Bueno, lo importante no es competir, sino ganar.)”

[29/12/12]

El post inicial, acá en MW+X.

En los comentarios de este post se pueden ver los aportes de Markelo y las observaciones de Juan Terranova. Jorge Varlotta no pasaba por el blog: yo le mandaba las novedades por mail y él me contestaba del mismo modo. (Esto explica también las participaciones anteriores de Jorge en Mágica Web: todo era por mail.)

¡Así sí, Sísifo!

[21/12/2002]

¡Así sí, Sísifo!

La frase anterior tiene cuatro veces seguidas la sílaba sí, cosa que los optimistas aceptarán de inmediato, alborozados además por el cariz positivo tanto de frase como de sílaba.

Los pesimistas, sin embargo, cuestionarán que la última aparición de la sílaba no tiene acento, y dirán que por lo tanto la repetición no es perfecta. Para ellos, entonces, proponemos esta alternativa, usando un par de letras más apropiado para su espíritu:

El pionono no nos gustó.

Así y todo habrá algunos, más pesimistas que el pésimo, que harán notar que la última aparición de no no forma sílaba. Y dirán que es una pobre excusa de nuestra parte el haber usado la expresión “un par de letras” en vez de la palabra “sílaba” al presentar esa propuesta.

Es evidente que nunca se podrá conformar a todo el mundo.

(Estoy seguro de haber visto la idea de las sílabas repetidas en algún lado, pero no sé dónde. ¿Alguien puede ayudar a mi memoria?)

[21/12/2012]

Esto se puso mucho más interesante unos días más tarde. Pronto la continuación reaparecerá aquí mismo. ¡Suspenso!

[Update:] Fin del suspenso: acá está la continuación, del 29 de diciembre de 2002.

Encarta

[28/11/2002]

Es bastante entretenido que Encarta muestre un artículo al azar cada vez que uno la abre. Tengo el modelo 99, en castellano, y en sucesivos episodios me presenta:

  • Ercilla y Zúñiga, Alonso de
  • Al-Andalus
  • Enrique el Navegante
  • Mérida (ciudad, España)
  • Reyes, Alfonso
  • Altamira, Cueva de
  • Cervantes Saavedra, Miguel de
  • Gran Colombia, República de la
  • Maximiliano I (de México)
  • Portales, Diego
  • Tiahuanaco
  • Azteca o Mexica
  • Chimú

Pero el azar, como se ve, es relativo. Qué trabajo se tomaron para evitar el resto del mundo, para dar la impresión de que todo es España y América Latina.

(P.D.: Cuando me decida a usar categorías en el weblog, esto deberá ir en “Volando bajito”. O en “Peor es nada”. O en “Dicen que soy aburrido”.)

[28/11/2012]

¡Encarta! Claro, era la vida antes de la Wikipedia. Pero, por alguna razón oscura, Encarta me suena más antigua que los tomos en papel que juntan polvo en el estante.

Como se sabe, la Wikipedia también ofrece artículos al azar. En la columna de la izquierda está la opción “Página aleatoria”. Un tanteo por la versión en castellano muestra cómo cambió el criterio de lo “enciclopedizable” (y hasta qué punto uno no tiene idea de lo que hay en el mundo):

Suenan las campanas

[26/11/2002]

“Suenan las campanas” es una frase cargada de sentidos. Omnipresente en un mundo donde las campanas sonaban todo el tiempo. ¿Y ahora? Habrá que buscar otros referentes, porque las campanas sólo existen para el creyente y el turista.

(Hace más de veinte años escribí en una estrofa de una canción: “Cuando suenan las campanas pasa un tren/ y no las puedo oír./ La verdad es que ni siquiera/ las puedo ver./ No sé dónde están./ No sé si quedan.”)

[26/11/2012]

Me encontré con esa campana como turista, claro. La foto es una captura del video que tomé en el campanario de la Giralda, Sevilla, en mayo de 1991.