Categoría: Exploraciones

¡No soy ladrón!

[16/3/2002]

“I’m no thief! I download songs, but I also buy CDs”, dice Siva Vaidhyanathan en un artículo publicado en MSNBC.com. El artículo da una buena explicación de por qué las grandes grabadoras tendrían que haber llegado a un acuerdo con Napster en vez de destruirlo. Y por qué tendrían que halagar a sus clientes en vez de insultarlos.

[16/3/2012]

El artículo ya no está. Al buscar la cita en Google sale otro sitió que lo linkeó, y la Mágica Web. Nada más.

Sigue siendo cierto que quien baja canciones no es ladrón. Pero la cuestión va mucho más allá. La guerra del copyright es uno de los dos grandes temas de los que depende el futuro de Internet. El otro: los regímenes represores y la tentación de los gobiernos democráticos de imitarlos (y dejar de ser democráticos en el proceso).

No, perdón. Vuelvo para agregar otros grandes peligros para el futuro de la red:

  • La privatización. Los “jardines vallados” que actúan como fronteras. Google no puede mirar dentro de Facebook. Facebook no puede mirar dentro de LinkedIn, etc.
  • El manejo de los datos privados por parte de gobiernos y grandes corporaciones. La agregación de datos personales en cantidades astronómicas. En general, la invasión a la privacidad.
  • La “guerra de las patentes”, que enfrenta a grandes compañías entre sí y también a grandes compañías con pequeños emprendedores, impidiendo nuevos desarrollos. Aunque esto en realidad es parte de la guerra que también incluye al copyright.
  • La ignorancia, sobre todo de quienes tienen poder político. Como dijo hace poco el CEO de Mozilla (la fundación que hace Firefox): “¿No entiende Internet? ¡Fuera del gobierno!”

Esto no pretende ser una lista completa ni perfecta, ni contener las mejores descripciones de los problemas. Es una enumeración rápida, para dejar asentado lo siguiente: la red que tenemos hasta ahora es frágil. Menos mal que, paradójicamente, no es fácil romperla.

La discusión sobre Flash

[15/3/2002]

Hay una discusión intensa sobre los websites que usan Flash: ¿agregan algo las animaciones interactivas, o sólo complican y distraen al visitante? Como de costumbre, la respuesta más sensata es “ambas cosas”. Cuando uno busca información rápida y concreta, una animación en Flash es un trastorno. Cuando uno quiere algo más entretenido, o tiene ganas de dejarse sorprender, Flash es una maravilla.

Por supuesto, hay ultras en ambos bandos. Lo interesante es que apareció una página creada en la Argentina, en castellano, por Héctor Arancibia (un ultra pro-Flash), en la que discute un artículo del estadounidense Jakob Nielsen (experto en usabilidad, un ultra anti-Flash). La página, como corresponde a este mundo lleno de ironía, está hecha en Flash. Y, también irónicamente, demuestra de un modo práctico hasta qué punto Nielsen tiene razón, mientras que a la vez lo deja hecho un trapo. En fin: un combate en el que, creo, ambos pierden. (Vía E-Media Tidbits.)

[15/3/2012]

La discusión sobre Flash siguió durante los últimos diez años, y todavía sigue, y seguramente seguirá algunos años más. Por suerte, los sitios completamente hechos en Flash suelen ser portfolios de artistas plásticos, ilustradores, fotógrafos, y no sitios de información. En cuanto a los usos positivos de Flash en estos años, alcanza con decir esto: ¡YouTube! ¡Videojuegos! ¿Hace falta más?

De todos modos, en el último tiempo la discusión cambió de carril. Ahora se trata de la sustitución de Flash por HTML5, es decir el reemplazo de un “player” propiedad de una corporación por un estándar público que venga incluido en los navegadores. Es un objetivo espléndido, que va a llevar años completar.

Apple dejó de lado la compatibilidad con Flash en los dispositivos móviles, pero todavía lo soporta en OS X. Android sigue soportando Flash. Además de ser propiedad de Adobe, dicen que Flash gasta mucha batería.

Mientras tanto, seguimos disfrutando y sufriendo Flash en todas partes. Y dando la bienvenida a la llegada lenta, paso a paso, de HTML5. Para más datos: uno, Wikipedia; dos, documentación en W3C, organismo que supervisa los estándares de la Web.

Héctor Arancibia, el autor de la nota linkeada en el post, pasó por la Mágica Web en julio del año siguiente, y dejó un comentario interesante, que sigue estando aquí abajo. (A todo esto, el dominio arancibia.com ya no es de él. No vayan, es un sitio de publicidad genérica, la peste. Por su parte, el sitio de Jakob Nielsen sigue tan usable y tan feo como siempre.)

Álbum de fotos en la Web

[11/3/2002]

El portal Ubbi, del grupo Clarín, ofrece un servicio atractivo: se puede armar un álbum de fotos en la Web, sin ningún conocimiento técnico. Lo único necesario es tener las fotos digitalizadas en el disco rígido y hacer algunos clicks aquí y allá.

Sin embargo, hay una cosa que no entiendo. ¿Por qué no ponen en primera página las condiciones de uso del servicio? Para verlas, primero hay que registrarse como usuario (entregando unos cuantos datos personales), y recién después aparece una ventana pop-up (a la que es muy difícil linkear) que las contiene. Como es un texto bastante largo la tentación de pasarlo de largo es grande, pero entonces uno puede perderse esta joya en mitad de la cláusula 9:

“El USUARIO que ingresa su fotografía al web site de Ubbi.com autoriza a UBBI a ingresarla, otorga a UBBI una licencia para su uso, publicación, difusión y/o reproducción en cualquier medio, con cualquier finalidad, en forma ilimitada y gratuita. Asimismo, permitirá en los mismos medios y con idénticas finalidades que el retrato sea alterado y/o modificado a través de efectos especiales.”

Es decir, al subir una foto uno se la regala a Ubbi para que haga con ella lo que quiera.

Algo así ocurrió en Geocities hace un par de años, más o menos cuando lo compró Yahoo! De pronto, sin previo aviso, cambiaron las condiciones del servicio e introdujeron una cláusula como la que cité más arriba. Hubo un escándalo que se propagó rápidamente por la Web. Mucha gente retiró su material de ahí (yo estuve entre quienes lo hicieron: mudé mis “Pictures from Alien Places” de su dirección en Geocities a su hogar actual aquí, en MágicaWeb). Lo más curioso fue que para acceder al propio material, incluso con la intención de borrarlo, había que aceptar los nuevos términos.

Al poco tiempo, el riesgo de perder las últimas trazas de prestigio los llevaron a modificar las condiciones. Ahora aclaran, explícitamente, que Yahoo! de ningún modo tiene propiedad sobre las obras que los usuarios suben a sus servidores.

[11/3/2012]

¿Por dónde empezar? Tal vez por ningún lado.

Pero al menos esto: ese servicio de Ubbi ya no existe (Ubbi sí). O sea que quienes aceptaron esas condiciones y subieron sus fotos ya no las pueden ver.

Y también esto: Yahoo cerró Geocities en 2009 (ya lo anoté en otro post, estos días).

Y por supuesto: en 2002 la historia de los servicios para hacer álbumes de fotos online ni había empezado. Flickr apareció en 2004, y Yahoo lo compró en 2005. ¡Al menos todavía no lo cerró!

No encuentro cuándo empezaron los Picasa Web Albums, pero mucho no importa. Ah, también está Facebook. Oh, también existe Twitter… Etcétera.

¿Qué es “Operación Anaconda”?

[10/3/2002]

  1. Una parodia inmerecida de la obra de Horacio Quiroga.
  2. Un grupo ecologista que se especializa en la protección de serpientes.
  3. Una película hasta ahora desconocida de Armando Bo e Isabel Sarli.
  4. Una acción militar de EE.UU. en Afganistán.

La respuesta está aquí.

[10/3/2012]

La respuesta sigue estando ahí. Una pena que no sea la número 3.

Idioteces. Hoy: ¡Como dos gotas de agua!

[7/3/2002]

“[Roger] Waters parece hoy el padre del Waters de los 70, pero su música permanece indestructible.” Epígrafe de una foto en Página/12.

(Por el contrario, McCartney, últimamente, tiende a parecerse al padre de Lennon. Sobre todo desde que publicó su versión de los hechos de la época Beatles.)

[7/3/2012]

Nuevo link al artículo con la foto.

Parece a propósito que justo estos días Waters está tocando otra vez en Buenos Aires. Aunque en Página ahora piensen que se parece a su abuelo.

Me gustaría tener una cámara digital

[7/2/2002]

Me gustaría tener una cámara fotográfica digital. Ayer, por ejemplo, mientras caminaba unas cuadras por Scalabrini Ortiz, podría haber sacado fotos de estas inscripciones:

  • En la vidriera de un negocio: LIQUIDACIÓN TOTAL POR CORRALITO.
  • En una chapa verde, parte de una valla: un garabato ilegible pero digno de Miró.
  • En la vereda gris, con letras negras de más de un metro: EDU.
  • Escrito a mano, repetido en tres fajas de clausura en la puerta del restaurante New York: CLAUSURADO / POR HOMICIDIO / HALLAZGO RESTOS HUMANOS / COMISARÍA 22.
[7/2/2012]
La tuve en junio de 2003. En los años siguientes, el blog se iba a llenar de fotos de inscripciones y muchas otras cosas.

Marcial Souto escribe sobre Jack Vance

[5/3/2002]

Marcial Souto vio la referencia a Jack Vance que hice hace un rato, y me escribe:

“Acabo de ver tu weblog y no puedo creerlo: ayer mismo estuve mirando el estado del ‘Vance Integral’. Qué sintonía. Y hace una hora hablé con una amiga argentina que vive en Londres y empezó a maravillarse con Vance después de leer Mundo azul: hace dos semanas me llevó a conocer Salisbury y me regaló Araminta Station.

“Me alegro muchísimo de que la música de ese hombre siga sonando en nuestras cabezas. Qué placer.”

[5/3/2012]

Seguimos siendo fans de Jack Vance, un gran escritor al que ni siquiera en el campo de la ciencia ficción se le da la atención que merece.

Vance cumplió 95 años hace unos meses. Lo último nuevo que publicó, hasta ahora, es una autobiografía:  This is me, Jack Vance! (2009).

El post de “hace un rato” está aquí en MW+X.

“Una desanimante realización lo invadió”

[5/3/2002]

“Una desanimante realización lo invadió.” Adivinanza: ¿qué idioma es ese?

Solución: castellano, nos asegura Domingo Santos, quien incluyó esa frase (y muchas semejantes) en su “traducción” de nada menos que “Los Pnume”, el cuarto libro de la Saga de Tschai de Jack Vance (Barcelona, Ultramar Editores, 1986). ¿Domingo Santos será una máquina? (Ver lo que anoté ayer sobre la traducción con máquinas.)

¿A quién le sobrarán mil doscientos dólares para que pueda comprarme la edición integral de la obra de Vance en su finísimo y elegante lenguaje original?

[5/3/2012]

Tener la edición integral de la obra de Vance (link todavía válido) fue y será un sueño irrealizable. Se vendió hasta 2004. Tal vez se consiga en algún lado, a precios astronómicos, pero en eBay, por ejemplo, no la encontré.

Los otros links: kaput. Van nuevos: Jack VanceDomingo Santos.

El post sobre traducción con máquinas también está aquí, en MW+X.

Más y más spam

[4/3/2002]


La revista Business Week dice: “While the volume of e-mail sent increased 14% from November, 2001, to January, 2002, the volume of spam increased 46%, according to a survey by anti-spam technology company Brightmail, whose clients include 8 of the 11 largest U.S. ISPs. In January, Brightmail says, spam accounted for 11% to 26% of all e-mail traffic on the Internet. For some ISPs and corporations, spam makes up more than 50% of total e-mail.” (Vía Tomalak’s Realm.)

Guardo todo el spam que recibo (lo cual no es lo mismo que leerlo), en una carpeta especial. En los 63 días que lleva el 2002, esa carpeta acumuló 1.101 mensajes, y alcanzó un tamaño (en Outlook) de 20.585 K. En cambio, desde el 26 de noviembre de 1997 hasta el 31 de diciembre de 2001, más de cuatro años, sólo sumó 8.122 mensajes, con un tamaño total de 152.564 K. Hubo un crecimiento, ¿no? Esto no incluye el spam que llegaba a una cuenta que tuve en Hotmail para cuando estaba de viaje: la sustituí por otra, porque en una semana se ahogaba (todo el espacio disponible se llenaba de spam, así que no podían entrar mensajes nuevos), y nunca la controlé tan seguido.

[4/3/2012]

No es fácil encontrar buenas estadísticas sobre spam año por año, aunque algo hay. Por supuesto que la cantidad siguió subiendo.

En 2002 todavía no usaba mail en la Web, salvo esa mala experiencia con Hotmail. Hacía lo normal para la época: usaba Outlook, tenía todo el mail en mi computadora, y por eso podía guardar el spam (aunque no sé por qué lo hacía). Desde 2003, cuando apareció Gmail, me pasé ahí y no volví atrás.

Lo que puedo decir, entonces, es que en los últimos 30 días recibí 640 mails que Gmail consideró spam (número que incluye unos pocos que marqué a mano). Después de 30 días, Gmail los borra. También puedo decir que la vida es muy diferente con los filtros antispam, que se hicieron norma hace ya años.

El link de Business Week: bien. Tomalak’s Realm: existe, pero no hay contenido.

Traducciones de máquina

[4/3/2002]

Lograr que una máquina haga buenas traducciones es muy difícil. Aún más que lograr que lo haga un humano. En un artículo presentado por la Linguistic Society of America aparece este ejemplo, al que llama famous y old, para demostrarlo:

“The police refused the students a permit because they feared violence.”

Según el artículo, el they de la frase se refiere a la policía, no a los estudiantes. Por lo tanto habría que traducirla al castellano como:

“La policía negó un permiso a los estudiantes porque temía violencia.” (El artículo usa el francés como conejillo de indias.)

Y ahora viene lo divertido. Reemplazando “feared” por “advocated”…

“The police refused the students a permit because they advocated violence.”

… el they, dice el artículo, pasa a referirse a los estudiantes. Con lo que habría que traducir:

“La policía negó un permiso a los estudiantes porque abogaban por la violencia.”

Y sigue el artículo (traduzco probablemente mal): “El conocimiento requerido para llegar a esta conclusión no tiene nada de lingüistico. Tiene que ver con hechos cotidianos sobre los estudiantes, la policía, la violencia y las clases de relaciones que hemos visto entre estas cosas.”

Bueno, hay que admitir que tiene razón. Yo jamás hubiera imaginado que en el segundo caso el they tenía que referirse a los estudiantes y no a la policía. Y puedo creer que una máquina tampoco.

¿Algo más sobre la traducción mecánica? Sí.

Ya que estaba en tema, se me ocurrió probar la máquina de traducir que, por algún motivo, ofrece WorldLingo, que en realidad es un servicio de traducción humana.

Las primeras líneas de El otoño del patriarca dicen: “Durante el fin de semana los gallinazos se metieron por los balcones de la casa presidencial, destrozaron a picotazos las mallas de alambre de las ventanas y removieron con sus alas el tiempo estancado en el interior, y en la madrugada del lunes la ciudad despertó de su letargo de siglos con una tibia y tierna brisa de muerto grande y de podrida grandeza.”

Así quedan las mismas líneas, luego de traducidas al japonés y de vuelta al castellano: “Gallinazos los que se dependan del balcón de la casa del presidente entre el fin de semana destruye la red del alambre de la ventana a los peckes, se quita con ese y vuela con el tiempo cuando se continúa adentro adentro, la ciudad es grande al amanecer de lunes, a la tibia del greatness que murió, a las putrefacciones y al coma del siglo de la brisa suave que se despertó.” (La aparición de un par de palabras en inglés indica que la máquina, entre bambalinas, usa ese idioma como intermediario.)

De nuevo las líneas originales, pasadas por el coreano: “Al período del fin de semana por el balcón de la casa del presidente en él y y los gallinazos que deje, él destruye el acoplamiento del alambre de la originalidad a los peckes y bajo quitar la hora en que continúa adentro dentro del aire del río el resentimiento de la compañía que el amanecer de B y de lunes él ilustra el dado la tibia del greatness que se descompone y de él letargo del siglo que sucedió en la brisa suave.”

Estoy seguro de que García Márquez, cuya experimentación lingüística en el libro es mucho más limitada, estaría feliz de conocer estos resultados.

Como el inglés parece parte indisoluble de la máquina, seguí con un ejemplo en ese idioma: el comienzo del capítulo 1 de “The Lord of the Rings”. “When Mr. Bilbo Baggins of Bag End announced that he would shortly be celebrating his eleventy-first birthday with a party of special magnificence, there was much talk and excitement in Hobbiton.” (Debo reconocer un poco de maldad de mi parte. Entre otras cosas, no es justo endilgarle un eleventy a un pobre programa de computadora.)

Abusando de la paciencia de la máquina, sometí esas palabras a varias traducciones sucesivas: al castellano, de ahí al alemán, de ahí al francés, y por último de regreso al inglés. ¿Qué quedó? “If Mister.. Bilbo Baggins of the end of the funds announced that it would celebrate soon its first anniversary eleventy with implied magnificence in particular, there was much to carbonize him and fills with enthusiasm it in Hobbiton.”

Pobre Bilbo, carbonizado en su primer eleventy aniversario. ¿Habría eso ahorrado futuras desdichas, a él, a Frodo y los demás?

[4/3/2012]

¿Cuánto habrán mejorado las cosas en estos diez años? En World Lingo el resultado sigue siendo exactamente el mismo, así que no cambiaron de máquina.

Claro que ahora está Google Translate para socorrernos. El mismo fragmento de El otoño del patriarca, sometido al pasaje español > japonés > español, queda así: “Buitres en el fin de semana, rompiendo las ventanas de malla de alambre colocada en el balcón del palacio presidencial el pico, las alas para eliminar el tiempo estancado en el interior, cálido lunes por la mañana en el pueblo está muerto, se despertó de letargo de siglos con grandes vientos suaves y la corrupción masiva in.”

Es otra cosa, ¿no?