[21/7/2003]
El servidor donde se aloja este weblog (probablemente en algún rincón bajo las escaleras, o en el sótano, o tras la escobilla del baño) estuvo andando mal y no se podía comentar (ni yo podía postear). Nuestras fuentes aseguran que a pesar de los rumores no se trata de un fenómeno de censura. Ni de cisura. Ni de locura. Ahora anda de vuelta.
Actualización del martes a las 7.30 de la mañana: hasta hace un minuto andaba mal otra vez. No sé qué pasa. Creo que movieron la Mágica Web del servidor que estaba en el baño de servicio al que tienen detrás de la cucha del perro de al lado, que por otra parte es un pichicho encantador, pero no saben cómo se enoja cuando no le dan de comer algunas sobras.