Categoría: 7. Lo demás

¡Piratas!

[30/5/2002]

Copies of Spider-Man 2 Available on the Web: “Experts say this is the first time a movie has been pirated before it has even been filmed. Movie pirates infiltrated Raimi’s home while he slept. They used an advanced EEG imaging system along with Apple’s new QuickTime 6.0 beta with Brain2Vid technology to capture the movie. Pirates then edited out the unnecessary portions of what they captured such as images of Raimi’s mother yelling at him because he forgot to take out the garbage.” (Vía Good Morning Silicon Valley).

[30/5/2012]

El artículo sigue estando en el mismo lugar. Por suerte, porque es muy divertido. “According to one Internet research firm says the film was downloaded over 700,000,000 times in less than 14 hours and will cost the studio at least $5 trillion in lost revenue.”

Ant City

[29/5/2002]

Ant City (vía Good Morning Silicon Valley).

[29/5/2012]

Sigue estando. Es un jueguito, o más bien la simulación de un jueguito. Muy gracioso.

Autorretrato de fantasma

[29/5/2002]

Autorretrato de luz

[29/5/2002]


Mal mapeo

[29/5/2002]

Don’t get burned by bad mapping (Cooper Interaction Design): “You may be surprised to learn that your digital products may suffer from the same fundamental problem that makes these stoves annoying and counterintuitive. The problem with these stoves is poor or unnatural mapping.” (Vía Tomalak’s Realm.)

[29/5/2012]

El artículo no está en ninguna parte. Según Peter Merholz, el ejemplo de la cocina y las hornallas como “mal mapeo” está tomado tal cual de The Design of Everyday Things, libro de Donald Norman.

Unos meses más tarde describí en la Mágica Web mi propio ejemplo de “mal mapeo”, seguramente sin acordarme de este link. Este es el párrafo en cuestión, de un texto más largo:

“El portero eléctrico de mi edificio tiene un problema de representación. Está girado noventa grados. La hilera inferior de botones no representa la planta baja, sino los departamentos C. La que sigue, los departamentos B. Y la de arriba los A. Tres hileras solamente, para un edificio con dieciocho pisos. Los pisos, a diferencia de lo que se ve en cemento y ladrillo, aquí son columnas verticales, una al lado de la otra. El piso de la extrema izquierda (por usar una expresión común en un contexto diferente) es el primero. El de la extrema derecha (ver comentario sobre la extrema izquierda) el 18.”

Cuarta dimensión

[28/5/2002]

—Me puedo mover en la cuarta dimensión —dijo al pasar. Y para demostrarlo, o porque sí, porque tenía ganas, se dio vuelta de atrás para adelante, sin girar.

Quieto

[23/5/2002]

Si pudiera quedarme quieto ahí en la calle, a la puerta de mi edificio, sin necesidades ni apuros, contemplado el paso de las estaciones, los años, los siglos, las eras geológicas, ¿cuánto tiempo pasaría hasta que los sedimentos cubrieran estas torres, y cuánto más hasta que los arqueólogos vinieran a desenterrarlas?

Puerta

[23/5/2002]

Si tuviera que abrir esa puerta empezaría golpeando para saber si alguien responde, y ante el silencio seguiría apoyando la mano en el picaporte, girándolo con suavidad y empujando hasta que el barniz, que debe estar pegado luego de tanto tiempo, se desprenda y permita que el panel de madera barata, un poco arqueado por la humedad, empiece a revelar el aire estancado del interior, muy lentamente porque puede haber cosas que se despierten o, peor aún, que no se despierten, y cuando las bisagras hayan chirriando lo suficiente trataría de distinguir algo al otro lado, en la oscuridad, antes de que algo me distinga a mí en la luz. Pero nada de esto es necesario, porque me permiten seguir de largo.

Caída

[23/5/2002]

Caminaba por una hilera de baldosas, un pie adelante del otro, con cuidado, como si a ambos lados no hubiese otras hileras de baldosas sino un abismo. Brazos levantados, mirada fija en el piso, dientes mordiendo labios. Concentración. Concentración. En eso, pasa un taxi justo por encima del charco y el agua sucia le salpica los pantalones. La caída es terrible, porque el abismo no termina nunca. Pero peor resulta para el taxi, que se lleva puesto un intenso deseo de que gire sobre sí mismo ciento diecisiete veces, rebote contra una pared y salga disparado en dirección a las nubes. La tintorería, más tarde, cobra una fortuna. Nada de esto sale en los diarios.

[23/5/2012]

“Hoy, amor, igual que ayer, como siempre,
en el diario no hablaban de ti,
en la radio no hablaban de ti,
en el diario no hablaban de ti,
ni de mí.”
(Acá.)

Cinco microcuentos

[21/5/2002]

La luz tenía el color de un viejo papel de lija.

*

En esa ciudad casi todas las calles eran contramano.

*

Ante los ojos desorbitados del empleado de correos, pegó la estampilla en el lado interno del sobre.

*

—Explíqueme esto —dijo el director del zoológico al empleado de mantenimiento, frente al huevo que acababa de aparecer en ese aviario donde todos los ejemplares eran machos.

*

Parecía una pared, pero era el nuevo vestido de tía Clara.