La conciencia explicada. Una teoría interdisciplinar. Daniel Dennett. Paidós, Barcelona, 1995. (8 fotos.)
Categoría: Un libro por día
De la biblioteca de Patricia Iglesias Torres: Libro de Manuel. Julio Cortázar. Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1975. (13 fotos tomadas por Patricia.)
“Te mando fotos (muy caseras) de uno de los libros que más quiero, no de los que más me gustan. Lo adoro porque es el único libro que conservo de mi viejo. Él era un gran lector, pero no conservaba sus libros: los regalaba. Quizás me enseñó la generosidad a través de ese gesto, aunque en mi caso soy muy egoísta con los libros, casi los escondo para no prestar, solo regalo libros que compro, y a veces compro dos del mismo libro, pues quiero uno para mí. Pero volviendo al ‘Libro de Manuel’, para mí es muy significativo, mi papá lo guardó por algo… Aunque me gustan más otros títulos de Cortázar, este es único y especial en mi vida.”
De la biblioteca de Bárbara Couto: Por quién doblan las campanas. Ernest Hemingway. Biblioteca Universal Planeta, Buenos Aires, 1980. (6 fotos tomadas por Barbara.)
“Este, aún sin saberlo, me lo recomendó mi abuela.
“Lo compré en una librería de saldos y usados hace casi veinte años. En esas épocas estaba estudiando comunicación social y me fijaba por primera vez si los libros que leía eran de autores ‘importantes’. No recuerdo cuánto tiempo pasé revolviendo libros, de los estantes más escondidos, atrás y más atrás hasta que di con esta copia. Fue tener en las manos el libro y escuchar en mi cabeza la voz de mi abuela. ‘¡Es tan hermosa esa película…!, con Gary Cooper, tan apuesto él y ella peladita y todo tan bonita, cómo es que se llama esa actriz…’
“Jamás supe, hasta el momento que agarré el libro, que era de Ernest Hemingway. Lo di vuelta y mayor sorpresa, no era una simple historia de amor, sino una historia de la guerra civil española. Mi abuela nunca había mencionado eso. Lo abrí y leí el epígrafe al libro, ese de que ‘nadie es una isla’… me emocioné creo que hasta las lágrimas, decidí en ese momento que esa cita justificaba el valor del libro y me lo traje a casa.”
De la biblioteca de Bárbara Couto: La historia de la música como reflejo de la evolución cultural. Erwin Leuchter. Ricordi, Buenos Aires, 1946. (12 fotos tomadas por Bárbara.)
“Estudié piano con Paulina, una señora vecina que quise toda mi vida cual una tía abuela, desde mis seis años hasta los diecinueve. Después de eso ya solo fui a su casa (que en más de una oportunidad sentí propia) de visita, para días del maestro, o a conversar con ella y su marido de vez en cuando. Charla garantizada sobre música, libros, comunicación, periodismo, cine. Ellos se entusiasmaban con cada uno de mis pasos casi con orgullo, me lo hacían sentir siempre. Dueños de una biblioteca impresionante, siempre me volvía a casa con algún libro prestado relacionado con la charla de la tarde. Siempre con la firme promesa de devolverlo. Casi siempre lo hice, alguna vez (como esta) no. Años después Paulina murió y si bien volvimos a tener algunas charlas con su marido, nunca quise devolver los pocos libros de ellos que conservaba en casa. Unos pocos años después él murió y, sin hijos herederos, parientes inescrupulosos vendieron y tiraron todo. Tuve oportunidad de pasar por la casa en esos oscuros y tristes días. Gran parte de su biblioteca, reducida a una montaña sucia y destrozada en el medio de la salita del piano es una de las imágenes más tristes que recuerdo de la casa, al punto de desear no haber pasado por ahí esos momentos. Considero personalmente haber salvado a esta Historia de la música como reflejo de la evolución cultural de ese triste destino.”