Peluche

Los muñecos de peluche están amontonados en la caja, en cualquier posición, a oscuras, torcidos, codo con ojo, pata con cabeza, apretados, no vistos por nadie, no tocados, sin haber despertado el deseo de un solo abrazo. Aún no lo saben, pero tienen por delante un largo proceso de antropomorfización.

(Esto apareció en La Mágica Web hace dieciséis años).

Canapés

El lugar está lleno de gente. Todos de pie. Conversamos. De vez en cuando suena una risa por encima del murmullo. Dos camareras pasan con bandejas de canapés. Con cierta frecuencia alguien se desprende de un grupo y va a la deriva hasta que otro grupo lo absorbe. En ambos extremos del salón hay ventanas por las que nadie mira. La gente se divide entre quienes se meten la servilleta usada en el bolsillo y quienes la dejan en una de las mesas repartidas por el lugar. Junto a la puerta por donde entran y salen las camareras hay un ascensor, pero hace tiempo que no funciona. Algunos, los más antiguos, recordamos el sonido de la campanilla que anunciaba su llegada. Sin embargo, el ascensor ya no es tema de conversación. Ahora lo que nos preocupa es que un día dejen de llegar los canapés.

(Publicado en La Mágica Web hace dieciséis años).

Pesadilla

Imagen de Inés Piñero. Texto mío.