[1/3/2002]
The Internet Archive es un sitio que guarda miles de millones de páginas Web tal como fueron. Para mi total asombro, tienen por ejemplo el número 12 de Imaginaria, del 17 de noviembre de 1999. Y muchísimas otras cosas, que es posible buscar con la “WayBackMachine” desde la página inicial del sitio. Una maravilla, diría: la concreción de la “biblioteca universal” tan fantaseada… si no fuera por leyes de copyright demasiado restrictivas, como señala la revista Business Week.
¡Ah, la nobleza de Archive.org! Los links funcionan, como no podía ser de otro modo. (También el de Business Week.) Diez años después Archive.org no solo sigue en pie: como la Wikipedia, fue ganando en relevancia. Además de la Way Back Machine (que ya nombré muchas veces en las notas que vengo escribiendo acá), permite subir cualquier tipo de archivo: video, imágenes, texto, música. El volumen de material que contiene es un universo en sí mismo. Tengo unas cuantas cosas ahí, como se puede ver al buscar resultados con mi nombre.
Con respecto a las guerras del copyright, el artículo de B.W. dice, entre otras cosas (Kahle es Brewster Kahle, el creador de Archive.org):
Lawrence Lessig, a Stanford lawyer who’s a critic of copyright laws, calls Kahle his “hero.” In his recent book, The Future of Ideas, Lessig outlines his view that publishing companies’ moves are endangering innovation and public access to creative works. Lessig is also the lead lawyer in a landmark case, Eldred vs. Ashcroft, that contests a 1998 law extending existing and future term limits on copyrighted works for 20 more years. The Supreme Court will hear the case in the fall.
La mala noticia es que Lessig perdió esa batalla. La extensión del período cubierto por el copyright siguió en pie. Si la Corte Suprema de Estados Unidos hubiese sido un poco menos conservadora de derecha, y considerando la influencia que ejerce ese país en la legislación sobre propiedad intelectual de todo el mundo, la tendencia sería a “vida del autor más 50 años” en vez de “vida del autor más 70”, y 75 años para las corporaciones en vez de 95; tal como era en EEUU hasta 1998. El artículo en general sigue bastante vigente, y es una lectura apasionante.