[5/7/2002]
Hace un rato traje a mi hijo y a un amiguito de la escuela. Había mucha gente en la calle, muchos chicos que salían de muchas escuelas. Había negocios abiertos, colectivos, gente en los negocios y en los colectivos. Había porteros en los edificios que miraban con curiosidad cada cosa que se movía frente a ellos. Pasó un tren por la estación Belgrano R. Por algún motivo que se me escapa, da la impresión de que las cosas funcionan, en general, bien.
Detrás de todo se esconde, sin dudas, un excelente escenógrafo.