[6/7/2002]
Hace unos días conté que cuando tenía trece años me compraron mi primera máquina de escribir. Ahora escribe Jorge Varlotta:
También a los 13 yo tuve mi primera máquina, pero no me bastó con pedirla como regalo, sino que tuve que hacer una verdadera campaña, con carteles (que ponían nerviosos a mis padres porque venían alumnos suyos de inglés a casa) y no recuerdo qué otras acciones subversivas. Les parecía un gasto innecesario. Apenas conseguí la máquina me compré un libro para aprender a escribir al tacto. “tu potro torpe”, “puerto europeo” y “quiero pupitre” me deslumbraron porque se escribían con una sola línea de teclas. Y más adelante había sanos consejos, como “No prepares para tu enemigo un horno tan caliente que te abrase a tí mismo”.
[6/7/2012]
El post sobre mi primera máquina de escribir, acá en MW+X.