Puñetazos

[14/7/2003]

Cuando llegaba del trabajo, siempre a la misma hora de la tarde, siempre en el mismo lugar, siempre con la misma intensidad, daba un puñetazo en este lugar de la pared.

Acá, en la zona que ahora está marcada con un círculo de tiza. Pueden ver las marcas que fue dejando.

Abría la puerta, entraba al departamento, cerraba la puerta, daba media vuelta y pegaba el puñetazo en la pared, con la mano bien apretada, un poco de costado, martillando con el lado del meñique que es el que menos duele pero el que produce el ruido más satisfactorio. Siempre a la misma hora de la tarde, siempre en el mismo lugar, siempre con la misma intensidad.

Hagan la prueba, si quieren. No dentro del círculo sino más allá, a la derecha, donde la pared está limpia. ¿Ven el resultado? ¿Lo oyen? Es una buena descarga.

Así iba dejando pequeños rastros de grasa, de sudor, de la tinta del diario que había leído unas horas antes. Las huellas que poco a poco formaron esta nube negra que podemos ver. Si analizáramos la nube al microscopio seguramente encontraríamos un método para contar los días, las semanas, los meses, los años en que repitió el ritual, desde que empezó a trabajar hasta la crisis. Siempre a la misma hora de la tarde, siempre en el mismo lugar, siempre con la misma intensidad. También podríamos interrogar a los vecinos, preguntarles si usaban el ruido del golpe para poner en hora los relojes.

Pero esas pesquisas no interesaron a la policía ni al juez, y nosotros no llegaremos a hacerlas. El tribunal dio permiso al dueño del departamento para que lo vuelva a alquilar. Esta tarde vendrán a pintar la pared, y ya no quedarán vestigios de la persona que hoy nos ocupa.

Author: Eduardo Abel Gimenez

0 thoughts on “Puñetazos

  1. Se advierte a los nuevos ocupantes que, si oyen quejidos durante la noche, no es más que una reacción tardía de la casa por los golpes recibidos. Tal vez un par de caricias diarias en el sitio apropiado de la pared antes de salir de casa puedan solucionar las molestias. El asunto es encontrar el sitio.

  2. yo estoy aplicando la misma técnica, pero no por descargo motriz, sino para hacer una remodelación (tirar la pared entre el living y un estar, una onda re-loft). De esa manera me ahorrare como dos lucas de albañilería.

  3. Qué loco el idioma, eh. Hasta “repitió el ritual” ni me di cuenta que estabas hablando de otro y no de vos.

    (Se ve que me comí el “fue dejando” del 2° párrafo, o lo apliqué a la mano.)

  4. Qué intelectual se está poniendo esto. En otro post, ChamameSoldier se puso a comentar sobre “Los hermanos Karamazov”. Acá, Luisa viene con eso del “otro borgiano”.

    ¿Será hora de hacer las valijas? 😉

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