Las dos quinceañeras, de pie junto a la puerta, chupan sus chupetines como si nunca hubiesen oído hablar de pornografía.
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—Señoras y señores pasajeros, colaboren comprando estas lapiceras —dice el vendedor. Y olvida agregar: —Así tengo para hacerme otro tatuaje.
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La pelirroja que está sentada junto a mí es muy flaca y muy bonita. Va a bajar en la próxima estación, así que se pone de pie. Se envuelve en un tapado negro, enorme, y luego envuelve el tapado en una especie de chal, también negro, también enorme, y se cuelga al hombro un bolso enorme y negro. Por fin se va por el pasillo, convertida en gorila.
Jajaja Si la pelirroja se viera con tus ojos 😀
Y no viste a la señora que le estonudó en la cara al viejo, dejándole los lentes a la miseria?
Tenes razon, estaba buena la pelirroja.
Humor negro.
El tapizado del asiento era de pana roja. Se levantó pero deja su impronta, que solo puede verse desde mi posición, con esta luz. Observo….ahora sé muchas cosas de ella.