Don Eduardo, qué barbaridad, justo cuando me paso unos días sin venir, me pierdo la posibilidad de comentarle algo como el artículo de Grombowicz, así que tendré que decírselo acá, aunque no tenga que ver:
Sus fotos son geniales, y ya sabe lo mucho que me gustan (algunas son de verdad de colección, sean suyas o de tam tam, sitio al que pienso ir en cuanto salga de acá, siguiendo su recomendación), pero leer que alguien habla de Grombowicz, del que tan poco se dice, y más desde el ángulo en que usted lo hace (¿a quién no le gusta un poquitín de chusmerío, si hace bien, eh…? :P) me pareció genial. Así que gracias por eso, la verdad.
(Y por lo demás, ahora cada vez que paso por Olazábal y veo las enredaderas, me acuerdo de usted y sus panorámicas de las estaciones, qué barbaridad darse cuentas de qué cosas tiene la memoria, eh… :))
Muchas gracias, Lau, por tus comentarios y elogios.
Te aclaro que el artículo sobre Gombrowicz es de mi padre, Eduardo Gimenez. Yo me llamo igual, salvo por mi segundo nombre, y por eso trato de usarlo cada vez que puedo.
Don Eduardo, qué barbaridad, justo cuando me paso unos días sin venir, me pierdo la posibilidad de comentarle algo como el artículo de Grombowicz, así que tendré que decírselo acá, aunque no tenga que ver:
Sus fotos son geniales, y ya sabe lo mucho que me gustan (algunas son de verdad de colección, sean suyas o de tam tam, sitio al que pienso ir en cuanto salga de acá, siguiendo su recomendación), pero leer que alguien habla de Grombowicz, del que tan poco se dice, y más desde el ángulo en que usted lo hace (¿a quién no le gusta un poquitín de chusmerío, si hace bien, eh…? :P) me pareció genial. Así que gracias por eso, la verdad.
(Y por lo demás, ahora cada vez que paso por Olazábal y veo las enredaderas, me acuerdo de usted y sus panorámicas de las estaciones, qué barbaridad darse cuentas de qué cosas tiene la memoria, eh… :))
Muchas gracias, Lau, por tus comentarios y elogios.
Te aclaro que el artículo sobre Gombrowicz es de mi padre, Eduardo Gimenez. Yo me llamo igual, salvo por mi segundo nombre, y por eso trato de usarlo cada vez que puedo.
Digo lo mismo que en la otra ocasión, qué colores ofrecen esas casas, bonito de ver una vez más 🙂