Jugaba con las manos a la espalda, de manera que al poco rato todos pensamos que ocultaba algo. Nadie se atrevió a preguntar. Quienes dimos la vuelta con disimulo no encontramos nada. El misterio continuó durante horas, y después días. Farly me dijo, en voz baja, que el mundo llegaría a convertirlo en leyenda, si no fuera que todo lo que hacemos queda encerrado entre estas cuatro paredes.
Eduardo come droga y no convida… o nuevamente decidió deleitarnos con su maravillosa mente, sin privarnos de nada.
en cualquier caso me hace feliz leerte así de nuevo (como fotoblog no me alcanza, EAG! Sigue así!!)
Tus deseos son órdenes, Sugus. Ahí fue otro textito nuevo. ¿Cuándo me voy a curar de esto?
mis deseos son órdenes… mmm… a ver… zafaste, no se me ocurre nada!
curarte de tu “problema”? creo que no tiene cura, pero no te aflijas que somos muchos los que estamos en la misma. 😉