La expresión misteriosa, la mirada oblicua y cargada, el halo de dolor en torno a los labios fruncidos, la cabeza ligeramente inclinada hacia la izquierda, el paso de pronto inseguro, la frente perlada de sudor, la crispación de las manos en los bolsillos de la campera, la tensión de los músculos del cuello, todo eso duró hasta que pudo sacar el chicle de la muela agujereada.