Sentado en el piso el niño miraba: una sra llamaba a su esposo, intentando con esmero ser escuchada, sin ser oida era dejada.
Loco, loco, repetia en voz fuerte la señora, quedando sin aliento
loco, loco, volvia a repetir la señora con la voz mas fuerte aun.
Oh querida decia un hombre mayor que con odio repetia, loco, loco!… Mi amor.
Sentado en el piso el niño miraba: una sra llamaba a su esposo, intentando con esmero ser escuchada, sin ser oida era dejada.
Loco, loco, repetia en voz fuerte la señora, quedando sin aliento
loco, loco, volvia a repetir la señora con la voz mas fuerte aun.
Oh querida decia un hombre mayor que con odio repetia, loco, loco!… Mi amor.