A principios de 1991 fui a Colonia del Sacramento, a visitar a Jorge, mi amigo del alma. Llevé una cámara de fotos que me prestó Douglas, mi otro amigo del alma. Durante los días que pasé en su casa, Jorge y yo nos sacamos mutuamente una cantidad de fotos. Un par de esas fotos llegaron a ser publicadas mucho tiempo después (a través de copias que conservaron Alicia y Juan Ignacio, la familia de Jorge), cosa que me encantó. Pero nunca me animé a ponerlas en mi blog. Ahora que pasaron veinte años (¡veinte años!) me siento lo bastante audaz como para juntar esas dos con algunas más y publicarlas aquí. (Siempre admiré a Mario Levrero, aún antes de conocerlo. Pero en estas fotos quien está es Jorge, mi amigo, y por eso insisto en el nombre íntimo y no el nombre de las tapas de libros.)