Mes: agosto 2019

Sorpresas te da la RAE

Tengo una relación incómoda con las normas de la RAE que voy aprendiendo. Cuando me caen bien, o veo que simplifican la vida, les hago caso. Si no, no.

Por ejemplo, me amigué con la idea de poner el punto siempre fuera de las comillas, pero todavía me resisto a hacer lo mismo con los paréntesis. Es un alivio que los este, ese y afines vayan siempre sin tilde, pero no me banco escribir guion; hasta reconocer la palabra me cuesta.

En algún caso opto por no usar una expresión para no tener que decidirme. Por ejemplo, entiendo que ni bien está mal, que debe ser no bien. Entonces no uso ni una ni la otra, pongo en cuanto, o apenas, o algo equivalente.

Últimamente vi otras dos cosas que no sabía, y todavía no estoy seguro de cómo reaccionar. Me sorprendieron, porque son de las que chocan con costumbres de toda la vida.

Una es menor, más o menos evitable hasta el punto de que tal vez nunca tenga que decidirme. Cuando uno repite una vocal con tilde (para dar énfasis, por ejemplo), la tilde se repite también. ¿Quééééé? ¡Sííííí! La solución, para mí, es no volver a repetir una vocal con tilde. Nunca más. Bueno, tampoco es que me gustara hacerlo.

La otra norma es gruesa, densa, omnipresente. Trata sobre la manera de escribir los números. Para empezar, los decimales: resulta que se puede usar la coma, igual que siempre (3,14), pero también vale el punto (3.14, como en inglés). Y para seguir, los números grandes. Hasta cuatro dígitos, van todos juntos: 1234, y no 1.234 (ni 1,234 como en inglés; por suerte). Más de cuatro dígitos: se juntan de a tres, como de costumbre, pero cada trío se separa de los demás (y acá es mejor sentarse para recibir la noticia) con un espacio: 12 345, y no 12.345 (ni 12,345). 1 234 567. Y así. Wikipedia, que se precia de atenerse a las normas aunque muchos colaboradores escriben con los codos, ya lo adoptó.

¿Qué hacemos? ¿Hay que obedecer siempre, a veces, nunca? No me termino de decidir. Tal vez porque soy un truhán (y que me corran).

Dúo

30 La felicidad

Cien maneras de despedirse

  1. Chau29 Adiós muñeca
  2. Hasta luego
  3. Adiós
  4. Hasta mañana
  5. Hasta siempre
  6. Hasta pronto
  7. Hasta nunca
  8. Hasta la próxima
  9. Hasta más ver
  10. Nos vemos
  11. Nos vemos luego
  12. Nos estamos viendo
  13. Nos hablamos
  14. Cuidate
  15. Buen viaje
  16. Mandá fruta
  17. Que te garúe finito
  18. Buen fin de semana
  19. Hasta el lunes
  20. Fuera de mi vista
  21. Rajá de acá
  22. Preparen, apunten, fuego
  23. Ve con Dios
  24. Andá a freír churros
  25. Andá a cagar
  26. Guarda con el tren
  27. Hasta las próximas fiestas
  28. Hasta el año que viene
  29. Guarda con ese cable
  30. Bye
  31. ¿Te atoraste?
  32. Que descanse en paz
  33. Que duermas bien
  34. Que tengas un buen día
  35. Que te vaya bien
  36. Llamame
  37. Llamame cuando llegues
  38. Sigamos en contacto
  39. No te pierdas
  40. Saluda a Ud. atentamente
  41. Sinceramente
  42. Su seguro servidor
  43. Cariñosamente
  44. Saludos
  45. Saludos cordiales
  46. Quedo a la espera de su cordial respuesta
  47. Abrazos
  48. Besos
  49. Con cariño
  50. Buenas noches
  51. Felices sueños
  52. Feliz estadía
  53. Que te mejores
  54. Que sigas bien
  55. Saludos a la familia
  56. Me llaman por la otra línea
  57. Me quedo sin batería
  58. Me siento mal
  59. Me estoy por desmayar
  60. Te voy a extrañar
  61. ¿Hay serpientes?
  62. ¿Es segura esta calle?
  63. ¿Qué es eso que cuelga de ahí?
  64. Acercate más al borde
  65. ¿De cuándo es este puente?
  66. Nada como un buen chapuzón
  67. Después te cuento
  68. Suerte
  69. No lo tomes a mal
  70. ¿Cómo que no sabés nadar?
  71. ¿Qué le pasa a esa turbina?
  72. Así son las cosas
  73. Te vas a arrepentir
  74. Curemos en salud
  75. No me llames más
  76. Nada es eterno
  77. Ni se te ocurra
  78. Yo me quedo
  79. Yo me voy
  80. ¿Para qué es este botón?
  81. No te quiero más
  82. No cuentes conmigo
  83. Morite
  84. Mejor así
  85. Hemos batido al enemigo
  86. Ha sido un placer
  87. Esto es todo, amigos
  88. Contá conmigo
  89. No cuentes conmigo
  90. Basta
  91. Et tu, Brute?
  92. No
  93. No puedo respirar
  94. Mi reino por un caballo
  95. Hoy por ti, mañana por mí
  96. Seguro que no es nada
  97. Esto se acabó
  98. Colorín colorado, este cuento ha terminado
  99. Vivieron felices y comieron perdices
  100. The end

Diario de un loco, de Christian Montenegro

31 Diario de un loco

Una de las maravillosas páginas de gran formato (35 x 50 cm) de Diario de un loco, de Christian Montenegro (sobre un cuento de Nikolái Gógol, publicado por Tren en movimiento, Buenos Aires, 2018). Click en la foto para verla más grande; o, mejor, comprar el libro. No es lo mismo mirar la foto que la página impresa, pero se ven los ambientes que la hacen fuera de serie: en la tira de arriba, una sala de teatro representada con lo mínimo, y la obra convertida en formas geométricas; en la que sigue, la oficina tediosa del protagonista, con el jefe que pasa una y otra vez; en las dos en blanco y negro, la calle con árboles y una casa (ante la cual el protagonista se para sin suerte a esperar que salga su amor), y la gente bajo los paraguas; en la última, la habitación estrecha con esa camita apretada entre paredes y la caída de la noche.

Este es yo

27 Este es yo

Aviso para que después no anden diciendo que alguien se hace pasar por mí. Este es yo; este soy yo.

Distraída

El nene se llama Ian, pero la madre le dice Ianchu. Una sola vez lo llama Ian, cuando lo reta porque le patea las rodillas, y ahí entiendo con claridad que no es, por ejemplo, Iván. Ni Iván, ni Juan, ni otra cosa que justifique ese estornudo final; Ianchu, nomás. Así es la vida.

Están en la parada del 151, en el refugio inaugurado hace poco. Ianchu, que debe tener cuatro o cinco años, está sentado en el banco largo de madera. La madre hace guardia de pie frente a él, con el cuerpo apuntando a la dirección de la que vendrá el colectivo pero la mirada fija en el celular. Lee mensajes, escribe mensajes. Después manda un audio, y así me entero que los mayores de 70 no tienen que pedir turno para tramitar la ciudadanía; buen dato, en una de esas, algún día. Cuando pasa un 113, lo mira a último momento, un poco sobresaltada, y luego vuelve la vista a la pantalla; esto pasa dos veces, con los dos ramales distintos del 113, así que están esperando el 151. Yo también.

Me siento, en la otra punta del banco. “Cuánto tarda el colectivo”, le comenta a Ianchu la mamá, y enseguida: “¿Dejé ir alguno sin darme cuenta?”. Ianchu tarda un poco en contestar; por supuesto, no tiene ni idea. Después contesta: “Pasaron cinco”. “No seas mentiroso”, dice la mamá; se ríe.

En algún momento, tal vez mientras yo me sentaba, guardó el teléfono. Ahora, seguramente aburrida, levanta la mochila del nene, que está en el piso, y la apoya en el banco, entre el nene y yo. La abre. “Voy a mirar el cuaderno de comunicaciones, que escribieron algo”, anuncia. Lo saca, busca, hojea, empieza a leer en voz alta.

Ahora no le presto atención, porque veo que el 151, finalmente, está a la vista. Me levanto, vuelvo a donde estaba antes, levanto el brazo para pararlo. La madre de Ianchu está de espaldas a la calle, sumergida en el cuaderno de comunicaciones. Ianchu patea el aire (las rodillas de la madre quedaron fuera de su alcance), indiferente a todo. Cuando el colectivo está terminando de frenar le digo a la madre: “Acá llegó el 151”.

Es rápida. Me agradece, guarda el cuaderno en la mochila, la cierra y agarra a Ianchu del brazo, todo en el tiempo que le lleva al colectivero abrir la puerta. Los dejo subir primero. Después de pasar la SUBE me vuelve a agradecer.

Hay asiento para Ianchu. Ella se queda de pie al lado de él. Mientras apoya la mochila en el piso del colectivo, ya tiene el celular otra vez en la mano. Me pregunto quién le avisará cuando tengan que bajar.

28 Distraída

Cien palabras de Dos fantasías espaciales, de Sergio Bizzio

25 Sergio Bizzio - Dos fantasías espaciales

adormecer amarillos animal antimateria asesinos azar biología caballo cabeza cadáver callejón cara casera ceja celular chillido chupando ciervo cigarrillo circular comedor consciente cuarta cuchilla cuchillo desborde diez diferencia embarazarla embutió emoción errático escotilla eslabones especie espectro etcétera fascinados guiñó harto hija hombros inocentes inodoro instrumentos juego largo lechosa lluvia locutora mecánica minutos mismos moleculares nave nota nueve nunca ocasionado ocupado ojos paraguas parque partes partida pasillos patas pie planeta plantas precisión promiscua propulsores puerta radar real rebotar relato responsabilidad siempre sienes sonda sonora tamaño tataranietos televisor teléfono temprano tipologías tres trescientos tripulante universidad universo vaca vagar ventana viaje voz yema

(Cien palabras encontradas en Dos fantasías espaciales, de Sergio Bizzio. Mansalva, Buenos Aires, 2015. En esta sección reúno palabras que aparecen hojeando al azar libros que todavía no leí. ¿Darán una idea del tono general?)

Presentación de los libros de Dábale Arroz

24 La Tribu 01

Anoche presentamos en Bar La Tribu la nueva colección de libros de Dábale Arroz. Leonardo Oyola habló sobre los libros y sobre nosotros; nos conmovió y nos hizo reír a gusto. Estas preciosas fotos son de Melisa Fernandez Csécs.

24 La Tribu 407

Los libros: Fantasmas, de Marina Berri; La vida láctea, de Cris Zurutuza; y mi novela Juicio a las diez.

24 La Tribu 480

Después de la introducción, Leo pidió preguntas al público y fue logrando que la timidez inicial se convirtiera en una catarata que nos hizo hablar a todos. Entre Leo y yo están Cris (izquierda) y Marina (derecha). Ahora, el impagable show de Leo:

24 La Tribu 48224 La Tribu 48324 La Tribu 48424 La Tribu 48524 La Tribu 48924 La Tribu 49324 La Tribu 49424 La Tribu 49824 La Tribu 551

Mi gran, gran amiga Natalia Méndez, socia en los emprendimientos artesanales de Dábale Arroz. Se hizo cargo, con Juan Pablo Luppi, del puesto de venta de libros.

24 La Tribu 556

La sala mucho antes de llenarse. Que se llenó, y cómo.

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Juan Pablo Luppi y Cris Zurutuza.

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De charla con Franco Vaccarini. Detrás, Juan Pablo Luppi.

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La yapa (foto de Natalia Méndez): con la queridísima gente de los talleres de Dos Meninas, que fue a alentar. De izquierda a derecha: Adriana Keselman, Gabriela Szejer, María José de Telleria, Silvina Heianna, Dolores Fernández, Jimena Tello y Magalí Mansilla.

¡Gracias enormes, gigantes, a Leonardo por el trabajo que se tomó, por poner el cuerpo y tantas ganas! ¡A Melisa por llevar la cámara y trabajar de fotógrafa como hace en eventos (por los que cobra, no como a nosotros)! ¡A Juan Pablo y Natalia por ocuparse de la venta de libros! ¡Otra vez a Juan Pablo por la playlist a medida que nos acompañó toda la noche! ¡A todos los amigos y las amigas que pasaron, se quedaron y me hicieron sentir que algo de todo esto está bien!

Nota en La Nación

23 La Nación

Además del frasco de microcuentos, la nota habla de los tres libros que hoy vamos a presentar en La Tribu (Lambaré 873, Buenos Aires, a las 19.30): Fantasmas, de Marina Berri; La vida láctea, de Cris Zurutuza; y mi Juicio a las diez. Y también de A la zorra, el emprendimiento de Natalia Méndez con sus geniales animalitos lectores hechos en cerámica. ¡Gracias, Natalia Blanc!

Nota en Infobae

22 Infobae

Hace unos días me hizo una entrevista Noelia Gómez, de Infobae. Hoy salió la nota. Hablamos de Dábale Arroz, de los libros nuevos, de la situación del libro, del libro en papel ante el libro digital, del proyecto de Instituto del Libro y unas cuantas cosas más. ¡Gracias, Noelia!