Google sigue queriendo adivinar en qué pensamos cuando arrancamos con una búsqueda. Pues bien, se me ocurrió probar con variantes de “escribir”. Acá van algunos resultados. (Me encantan “cuando escribo se borra lo de adelante”; “cuando escribo el barrio sueña y no sufre mamá”; “escribo todos los calificativos que emplea el poeta para caracterizar a las moscas”. Y no espoileo más: que cada persona encuentre sus propias joyas).
Me hiciste ir a google apenas terminé de leer tu mail. Qué manera de reírme…
Buenísimo!! qué creativa manera de jugar con las palabras Eduardo y siempre hay algo nuevo por lo cual entrar a tu mágica web. Nunca decepciona.
Aunque conozco tu identidad con-todas-las-letras desde hace muy poco, me suceden dos cosas:
1- en realidad te conozco desde mi infancia de miles de maneras leídas y oídas
2- últimamente te me apareces (con tu identidad-identificada) en cada cosa que emprendo: un curso de narrativa infantil x doméstica, en investigaciones y lecturas para mi tesis sobre revistas (Expreso Imaginario), en el canal de youtube de Cedilij Cba, una novela en casa de amiga ex docente…
Ayer vi tu charla y mi comentario quedó desfasado por problemas de conexión… todo fue lindo pero lo que no olvidaré es a Anderson Fripp. ¡¡Jamás se me cruzó por la mente que esas editoriales publicaban escritores argentinos con seudónimo inglés!!! Quiero correr a buscar en bibliotecas de mi familia, había muchos de esos libritos de kiosco.
Saludos!!