Salgo a caminar por orden médica. Tengo dos opciones: cumplir la tarea con los dientes apretados, deseando a cada momento terminarla de una vez; o explorar el camino, prestando atención a lo que hay, lo que se oye, lo que se huele. Al movimiento y a la quietud (hoy domingo, más quietud que otra cosa).
¡Qué tipo! hay una sola opción… zambullirte y dejarte abrazar por esas ramas.