A la semana me di cuenta de que era siempre el mismo escarabajo, que se hacía el muerto cada día en un lugar distinto.
A la semana me di cuenta de que era siempre el mismo escarabajo, que se hacía el muerto cada día en un lugar distinto.
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¡Fantástico!
Eso es casi como me pasó a mí, que me di cuenta de que era siempre la misma rata, que me seguía a todos los lugares a donde me mudé.
Entintado: ¡Gracias!
Nat: ¿Y la rata también se hacía la muerta?
A mí lo que me sorprende es que, cada vez que encuentro una cucaracha, o está patas para arriba, o son sólo pedazos. Bueno, sería más sorprendente si no supiera a quién debo reclamarle las porciones faltantes (aventuras de dueña de gato).