Autor: Eduardo Abel Gimenez

Frases malditas

[26/1/2003]

Hoy: Ya que estás

Uno tiene sus propios ritmos, sus prioridades, sus momentos de pereza y sus momentos de acción, sus entusiasmos, su modo de andar por la vida o de quedarse quieto. Y entonces, en cualquier momento, aparece alguien y dice:

  • Ya que estás cambiando esa lamparita, ¿por qué no revisás la instalación eléctrica del sótano?
  • Ya que estás conectado a Internet, ¿por qué no me buscás estadísticas sobre la mortandad de sapos en la zona sur del Gran Buenos Aires?
  • Ya que estás yendo a comprar una botella de vino, ¿por qué no traés papel higiénico, fideos, galletitas, yogur, leche, agua mineral, servilletas de papel, coca light, Siempre Libre, un kilo de manzanas, pan Fargo, mermelada de ciruela, shampú?
  • Ya que estás escribiendo, ¿por qué no revisás el informe que hice y que tengo que presentar mañana a la mañana?
  • Ya que estás saliendo, ¿por qué no le pagás las expensas al portero?
  • Ya que estás hablando por teléfono, ¿por qué no llamás también a Richi, que es el cumpleaños?

O la variante aún más temible y que prefiero dejar incompleta:

  • Ya que estás sin hacer nada…

Cumpleaños

[26/1/2003]

Mi mujer tiene algo con los cumpleaños. En su agenda lleva una larga lista de nombres de amigos y parientes, desde los más o menos próximos hasta los más o menos distantes, cada uno anotado en el día de su cumpleaños, acompañado por la edad que alcanza la persona en cuestión durante el año de vigencia de la agenda. Así, por ejemplo, el espacio que corresponde al 17 de junio en la agenda actual de mi mujer tiene esta anotación: “Eduardo (49)”

No es grave, excepto para quienes hacen un culto de esconder la edad. Y el sistema tiene la ventaja de que mi mujer puede recordarme los cumpleaños de mis amigos, que librado a mi suerte siempre acabo olvidando.

Lo malo es pensar que en un sitio oscuro, no muy lejos de aquí, debe haber una Antisusanne que escribe en una agenda idéntica, con la sola diferencia de que cada número entre paréntesis se refiere a una cuenta regresiva.

[26/1/2013]

Ahora, por supuesto, esa función la cumple Facebook. La de recordar los cumpleaños, digo. Con respecto a la edad, no todo el mundo la pone.

Desmentida

[25/1/2003]

La frase que escribí acá abajo, esa de “La suma…”, no tiene ningún sentido. Me desautorizo y me desmiento a mi mismo.

(O tal vez me gustaría desautorizarme y desmentirme. Por algo no borré la frase.)

Suma

[25/1/2003]

La suma de todas las anomalías posibles da el universo que tenemos.

Idea para un relato policial

[24/1/2003]

Idea para un relato policial: el asesino logró entrar en la casa porque el llavero de la víctima era visible en una foto, que el asesino amplió y mejoró digitalmente hasta poder sacar una copia perfecta de la llave que necesitaba.

[24/1/2013]

En algunos sitios (poco confiables) apareció un artículo (con variantes) según el cual “Informáticos de la Universidad de California en San Diego han creado un software que puede duplicar llaves sin la llave original, únicamente con una fotografía de ésta”. No sé, a lo mejor es cierto.

Músicos

[24/1/2003]

Tres de los músicos estaban sentados en hilera, en sillas iguales a las nuestras y a la misma altura, muy cerca de nosotros, los espectadores. Tocaban instrumentos de viento. Detrás de ellos estaba el contrabajista. Unos metros a la izquierda, el pianista. No era la sala principal de un teatro, sino más bien el hall.

Detrás de lo que debía ser la entrada a la sala había otros dos músicos, un poco escondidos para disimular la estridencia de sus instrumentos. Uno de ellos tocaba una especie de trombón combinado con una tuba, pero negro. El otro, curiosamente, tocaba el cello, y por supuesto no se oía nada.

Cuando la música terminó y los tres músicos de adelante se quitaron los instrumentos de la cara pude ver que eran muy viejos. Los aplausos entusiastas los tomaron por sorpresa y se pusieron a llorar, el de la izquierda con la cabeza apoyada en el del medio, el del medio con la cabeza apoyada en el de la derecha, el de la derecha mirando hacia un horizonte imaginario donde esos aplausos duraban para siempre.

“Qué raro que puedo recordar este sueño”, me decía yo todavía dormido. No suelo recordar los sueños, pero este parecía destinado a permanecer. Y seguramente ese pensamiento, esa idea de estar recordando el sueño cuando todavía no había terminado es lo que me permite recordarlo ahora que saltó hacia mí como uno de esos muñecos con resorte que acechan en las cajas de las películas de terror.

Spam Zoo

[24/1/2003]

Spam Zoo es un “weblog que exhibe lo más monstruoso, sorprendente y ridículo del spam recibido”. Muy bueno.

Aporto algo que me llegó ayer. Como en SpamZoo, “todo absolutamente textual”:

Ahora que es tiempo es el mejor momento para asegurarse de cultivar la formación de su hijo…
Además:
sin el más mínimo esfuerzo,
véalos aprender mientras se divierten!!!

[24/1/2013]

Gracias a Blogger, Spam Zoo sigue ahí. El último post es de 2006.

A las 23:59

[23/1/2003]

A las 23:59 se dijo que no podía seguir desperdiciando el día de esa forma.

Todos los caminos conducen a Roma

[23/1/2003]

Sigo esperando

[22/1/2003]

Sigo esperando. Los planes cambian sin que yo haga nada al respecto. La puerta está cada día más lejos. Viviendo en la superficie, las respuestas que uno tiene para cuestiones vitales parecen sacadas de un test de revista femenina.