Acabo de terminar la selección de posts de la Mágica Web de abril de 2002 para la sucursal que abrí en Blogger. Son veintidós (de un total de setenta y cuatro).
Categoría: Metadatos
A veces me ataco con la fragilidad de todo esto. No alcanza con las emociones, el calentamiento global, el sistema político y financiero, la situación laboral. También la obra de arte, la literatura, lo que más me gusta: el blog.
Si un día le dejo de pagar a Dreamhost, la Mágica Web desaparece.
¿Por qué debería preocuparme, si tengo un backup en mi compu? Porque es el espacio público en que, más que nunca a lo largo de mi vida, lo que hago es visible. Porque es mi comunicación con muchas personas. Porque es lo que quiero que se vea de mí, lo que me pone orgulloso, lo que me hace quien soy. Porque respeto a quienes linkearon a mis páginas, e incluso a mis fotos. Porque me motiva para seguir inventando, para seguir despierto, para ser creativo.
La forma de evitar esa especie de muerte anunciada es hacer el blog sin hosting propio, es decir, por ejemplo, en WordPress.com, o en el clásico Blogger. A principios de 2002, cuando empecé la Mágica Web, lo primero que usé fue Blogger (pero no su hosting, Blogspot). A los pocos meses me pasé a Movable Type, y finalmente migré a WordPress. Blogger no tenía la riqueza de WordPress, ni de lejos. No había comentarios. No se podía subir imágenes…
Ahora la situación es diferente. El nuevo Blogger, además de permitir imágenes, tiene tags (algo como secciones), comentarios, y una flexibilidad y facilidad de uso en cuanto a diseño que unos años atrás no se podía imaginar. Si empezara la Mágica Web otra vez, usaría Blogger, con una dirección en Blogspot. En todo caso, ahí redireccionaría el dominio magicaweb.com. La razón principal: desentenderme del hosting, no preocuparme si dejo de pagar, no preocuparme por los hackers. (Está bien: nada es del todo seguro, nada es eterno. Pero usar Gmail me enseñó que Google es, por lo menos, más confiable que mi computadora en cuanto a permanencia de los datos. Y más importante: que puedo tener un excelente servicio de almacenamiento de datos incluso si no tengo computadora, ni plata para pagarlo.)
El problema es que no voy a empezar la Mágica Web otra vez. Y mudar los dos mil quinientos posts y cuatro mil setecientos comentarios que tiene el blog es una tarea imposible. (Blogger todavía no ofrece un sistema de importación de contenidos.)
Hice algunas cosas intermedias. Subí videos a YouTube. Preparé archivos comprimidos con el primer año de la Mágica Web y los subí a OurMedia.org. Claro que ahí no son fáciles de encontrar. Puse todos los contenidos bajo una licencia de Creative Commons (para permitir y facilitar la copia y el reúso).
Por el momento, entonces, no hay una solución. El día que Blogger permita importar contenidos de otro lado, cuando su capacidad de almacenamiento sea mayor que los 250 MB actuales y admita audio, video y PDFs, entonces voy a hacer una sucursal de la Mágica Web ahí. Mientras tanto, y mientras sea posible, Dreamhost me seguirá teniendo de cliente.
Eso sí: empecé un experimento cuya continuidad no garantizo. Armé un blog en la dirección magicaweb.blogspot.com, y empecé a duplicar ahí algunos posts seleccionados de los comienzos de la Mágica Web. Si tuviera paciencia, tesón, continuidad, todo eso, podría decir que esa especie de antología llegará a cubrir toda la historia de este blog. Pero esas cualidades me superan, me quedan grandes. Así que hasta el momento sólo hay posts de febrero y marzo de 2002 (con links corregidos y un par de notas de actualización). Cuando siga pienso avisar aquí.
¿Alguien tiene una idea mejor?
En este día de fecha tan particular se acaba el proyecto más grande (en volumen) en que me metí con la Mágica Web. Fueron exactamente mil fotos, publicadas a razón de cinco por día desde el 19 de noviembre de 2005.
A esta altura tal vez valga la pena decir que estas fotos, tanto o más que tomadas, fueron encontradas. La idea, desde el comienzo, fue así:
Tengo una cámara digital que produce imágenes de 2048 por 1536 píxeles. Con esa cámara, desde junio de 2003, saqué miles y miles de fotos, muchas de ellas en la calle, apuntando más o menos al azar, desde el pecho o el estómago. Las fotos están en carpetas de mi computadora, organizadas por fecha. El 19 de noviembre elegí una de esas carpetas, abrí la primera foto, la amplié hasta ver cada píxel, la miré a través de una ventanita de 400 por 300 píxeles, la recorrí hasta encontrar en esa ventanita algo que me gustara, y guardé el resultado. Luego abrí la segunda foto, miré por la ventanita, recorrí, guardé. Tercera foto, ventanita, recorrido, save as. Así hice con cada una de las fotos de la carpeta, hasta que se terminó y empecé con otra. De esta manera, cada foto de las mil es en realidad un pequeño fragmento, apenas el 3,81 por ciento de una foto completa.
A lo largo de las mil fotos pasé por varias carpetas, pero dentro de cada carpeta fueron muy pocas las imágenes que salteé, y eso sólo en casos en que la temática se me hacía demasiado repetitiva. Ninguna de las fotos está retocada. Una sola vez hice trampa: usé un fragmento algo mayor, y lo reduje a 400 por 300 (se nota en la textura de los detalles; ¿alguien podrá descubrir cuál de las mil es?).
Este método dio una gran diversidad de estilos, de calidades (sea cual sea la definición que se le dé a la palabra), y de sorpresas (¡las cosas que se esconden en una foto digital!). Pero sobre todo fue una gran diversión, a costa de la paciencia de quienes suelen visitar este blog.
Si la Mágica Web se atuviera a un estilo, un género, algo más o menos regular, diría que ahora volvemos a nuestra programación habitual.
Ayer, 3 de mayo, la Comisión de Educación de la Fundación El Libro entregó distinciones a varios medios e instituciones, entre ellos Imaginaria. Más datos, en Clarín.
La mágica Web cumplió hoy 50 meses. (Y 2.118 posts, y 4.010 comentarios, pero bueno, no todo puede ser redondo en la vida.)
Encontré un reproductor de audio que se puede insertar con mucha facilidad en cualquier post hecho en WordPress. Me encanta. Tanto, que acabo de incorporarlo a las dos colecciones de música que publiqué en La mágica Web. Están todos invitados a probarlo (requiere Flash):
Como muestra, aquí les dejo un “player” con una de esas grabaciones, “Tu imaginación no pide perdón”, tomada del recital del Teatro Santamaría (Cecilia Gauna: voz y metalofón. Sergio Moldavsky: armónicos en guitarra. Yo: guitarra).
[audio:http://magicaweb.files.wordpress.com/2018/02/eag_06_tu_imaginacion.mp3](Hace mucho que hay algo semejante en el blog Amor Entintado —que es excelente y además de un amigo—, y siempre lo miré con envidia.)
La mágica Web bajo una licencia de Creative Commons
Desde este momento los contenidos de este weblog (que no pertenezcan a otros autores) quedan amparados por la licencia Atribución-NoComercial-CompartirDerivadasIgual 2.5 Argentina de Creative Commons.
Si uno sigue el link y lee un poco, la licencia se explica por sí misma. Pero vale la pena destacar aquí algunos puntos.
- Se puede reproducir cualquier contenido del weblog, sobre cualquier soporte, siempre que no haya fines de lucro. Esto significa, por ejemplo, que no se puede reproducir nada en un weblog que tenga publicidad. O en una revista de distribución gratuita que viva vendiendo publicidad.
- Hay que citar la fuente, sí o sí. Y también bajo qué licencia se publicó el material reproducido. Por ejemplo, hay que poner junto al texto, imagen, grabación, etc., algo al estilo de: “por Eduardo Abel Gimenez. Publicado en La mágica Web bajo una licencia de Creative Commons.” (El link a este sitio no es obligatorio, aunque sí bienvenido. El link a la licencia sí es obligatorio.)
- No hay que pedir permiso, ni avisar, siempre que la reproducción de contenidos se atenga a los términos de la licencia. En caso de duda, consultar por email (egimenez@magicaweb.com).
- Se puede hacer cualquier derivado de los contenidos: grabar un texto en audio, usar fotos en un video, armar una historieta sobre cualquier material del weblog, etc., etc., etc., siempre citando la fuente del contenido original. Y un “detalle” central: el trabajo resultante se debe publicar bajo exactamente la misma licencia, es decir Atribución-NoComercial-CompartirDerivadasIgual 2.5 Argentina de Creative Commons.
El cuento “Pronóstico”, que publiqué aquí a fines de 2003, acaba de aparecer en la Biblioteca Imaginaria, ilustrado por Omar Panosetti.
Como ya escribí antes, hace unos veinte días recibí la invitación para empezar un weblog en WordPress.com, y así nació Poste restante. Escribí más de treinta posts, hasta que de pronto, hace cuatro o cinco días, ya no pude entrar más. Lo único que veo es el Dashboard, y a partir de ahí nada funciona.
Lo peor es que tampoco funciona el sistema de feedback que tienen previsto. Y no encuentro ninguna dirección de contacto, email, foro, nada de nada. (No parece ser tema para los foros de WordPress.org.)
Así que acá estoy, frustrado, sin una miserable forma de avisar del problema a nadie.
Actualización: Finalmente abrí un tópico al respecto en la sección “Miscelánea” de los foros de WordPress.org, donde no parecía fuera de lugar (hay posts sobre Katrina, Gravatar, “free hosting”, etc., etc.). Expliqué muy brevemente el problema y pedí alguna forma de contacto con WordPress.com. Dos horas más tarde, alguien eliminó el tópico del foro. Simultáneamente, mi blog funciona otra vez. Quisiera agradecer la solución del problema (como agradecí abundantemente la posibilidad de usar WordPress.com), pero no sé a quién. Creo que es un modo nada transparente de manejar las cosas, por parte de la gente que se ocupa de WordPress y WordPress.com.
Hace unos días me llegó la esperada invitación de WordPress.com para tener un weblog dentro de su servicio. Y aquí está el nuevo experimento: Poste restante. Todos invitados.