[4/7/2003]
En la carpeta “Deleted Items” de mi Outlook hay 142 mensajes de las últimas 24 horas. Desde “BASE DE DATOS 2003 A SOLO $12 + GASTOS DE ENVIO” del jueves 3 a las 9:18 hasta “Find Houses from $10,000” del viernes 4 a las 8:58. Ciento cuarenta y dos mensajes eliminados. No todo es spam: tal vez un quince por ciento se trate de virus o avisos de virus. También alguna gacetilla de prensa que me llega por triplicado. Así es todos los días.
Tengo el Spam Inspector. Lo compré después del período de prueba. Sí, en dólares, con tarjeta, por la Web. Hasta ese punto han llegado las cosas. Consigue eliminar la mayoría del spam, pero a un mes de haberlo instalado todavía tengo que revisar la basura porque a veces tira algún mensaje bueno.
Estoy harto. Sin embargo, cambiar las direcciones de email que uso sería un trastorno todavía mayor: no sólo están las mías, personales, incluida la que aparece al pie de esta página, sino también las de Imaginaria, que figuran en las libretas de direcciones de miles de personas e instituciones.
Si tuviera la certeza de que esto sigue así supongo que terminaría por conformarme. Pero empeora. Viene empeorando desde hace mucho, y va a seguir empeorando. Ya hay quienes dicen que los días del email tal como lo conocemos están por acabarse.
Qué antiguo quedó esto. ¡Outlook! Uso Gmail desde que apareció. Hay spam, pero generalmente no lo veo. Ni me acordaba que había pagado por evitarlo.
En cuanto al link que dice “Spam Inspector”, ahora se redirecciona al “Safety & Security Center” de Microsoft.