Mes: marzo 2002

Notas de Mar del Plata

[30/3/2002]

Sí, vinimos otra vez. A un hotel más caro que el anterior, pero peor. Las alfombras conocieron buenas épocas, tal vez en otro edificio. Los mismos clientes de la década del 60 vuelven siempre, y no se dan cuenta del deterioro (del hotel, así como el de ellos).

En la habitación faltaba el control remoto de la tele. Lo pedimos en conserjería, y nos dijeron que era normal, que la gente se los lleva. Igual nos dieron uno. Susanne estaba asombrada: ¿por qué se lleva la gente un control remoto? Después de darme una ducha descubrí la respuesta: porque en este hotel no vale la pena llevarse las toallas.

Llegamos ayer viernes, al mediodía. Al mediodía de Ferrobaires, que empieza hacia la una y media de la tarde. Llovía. Dos hombres trataban de ganarse unas monedas a cambio de simular que organizaban la cola de los taxis. Tenían bastante éxito, en lo que hace a las monedas.

Estuvimos en un cibercafé, donde Gabriel pudo jugar un rato con Orisinal, que le encanta. Y también con un juego de Garfield que estaba en la computadora. Había que manejarlo con el teclado, mientras una música tecno (ajena al juego y a la computadora, pero impregnada en las paredes del local) hacía lo posible por impedirlo. La impaciencia de Gabriel no me dejó leer las instrucciones, así que estuvimos un rato haciendo que jugábamos a algo que hacía de divertido, mientras Susanne tomaba una verdadera cerveza.

En este momento llueve muchísimo. Hace un minuto me llamó la atención un ruido, y pensé: “La lluvia.” Levanté la vista y no, era la máquina de hacer café. Entonces me di vuelta para ver la calle, y a la vez la máquina se detuvo. Vi la lluvia y oí su ruido auténtico. ¿Cómo puede una falsa alarma ser verdadera a pesar de todo?

Esta mañana, durante las dos horas en que no llovió, fuimos a la playa. Gabriel saltó y corrió lo suficiente para justificar todo el viaje. El guardavidas pasaba el tiempo tocando silbato a quienes se aventuraban a caminar por la escollera, exactamente por debajo del nivel de las peores olas. El sol echó un vistazo, se dio cuenta de que no valía la pena y desapareció otra vez. Gabriel hizo montañitas de arena húmeda, ahí donde las olas iban y venían, y disfrutó de la destrucción consiguiente. Juntó plumas y caracoles. También se mojó la ropa y luego la ropa de repuesto, después de lo cual volvimos al hotel.

No está mal, en realidad. Comemos cosas ricas. Vamos a ir al Museo del Mar a ver a Juan Falú (¿en una pecera?). Tengo esta hora de tranquilidad mientras es el turno de Susanne de ir a Sacoa.

El tren de regreso sale mañana, domingo, a las seis y pico de la tarde.

[30/3/2012]

¿Puedo decirlo? Estoy orgulloso de este post. Ya está.

Los links: Museo del Mar (cuidado que arranca con música y no se puede hacer callar). Juan Falú: sitio personal, y en YouTube.

Unos días después escribí una reseña sobre la presentación de Juan Falú.

Diez razones para hacer este weblog

[30/3/2002]

  1. Tengo dónde anotar espontáneamente algo que se me ocurre, y no perderlo.
  2. Tengo dónde anotar espontáneamente algo que veo en la Web, y no perderlo.
  3. Puedo rescatar cosas que tengo guardadas desde hace años en cajones muy pequeños.
  4. (Cito de memoria a un blogger, no recuerdo quién.) “Si escribo todos los días, escribo mejor. Si escribo mejor, pienso mejor.”
  5. Es divertido.
  6. Puedo usar uno de los mejores formatos que existen en el medio que más me interesa.
  7. Tengo una excusa para volver a contactar gente con la que hace tiempo que no me comunico.
  8. Tengo un impulso para tratar de pensar algo nuevo cada día.
  9. Tengo un espacio donde expresar mi idea de para qué sirve la Web.
  10. Puedo escribir una lista de diez razones para hacer algo, sin sentir vergüenza.
[30/3/2012]

Me acuerdo de cuando hice esta lista. Estábamos en un hotel de Mar del Plata. De noche, en la cama, a oscuras y con insomnio, empecé a pensar estos items. Para anotarlos y no despertar a nadie, busqué papel y birome sin prender la luz y me fui al baño. Al día siguiente armé el post en una compu del hotel.

Estaba claro que ya me había convertido en blogger. Lo que la lista demuestra es que todavía necesitaba justificarme.

La hora del payaso

[29/3/2002]

  • “Asilado” y “aislado” son anagramas.
  • Corto trabalenguas: “Encuentro cruento”, o “Trunco encuentro cruento”.
  • Traduction: “I rewind the tape” = “Reviento la cinta”.
  • “Mazapán” es una forma de decir al vesre “Más panza”.
  • ¿Por qué la ciudad de Arrecifes no tiene industria del coral?

Agregados del sábado 30:

  • El corazón late. El marcapasos lata.
  • Si algo se estropea, queda estropeor.
[29/3/2012]

Arrecifes not found! Pero no temáis: está en la Wikipedia.

Con el tiempo, el título de este post se convirtió en categoría dentro de la Mágica Web, para todo lo humorístico.

El Bagrub

[28/2/2002]

Fui a luchar contra el Bagrub. Armado con mi colección de objetos mágicos, trepé por la ladera de la montaña hasta más allá de los últimos árboles. La caverna estaba escondida en un pliegue de las rocas. Había tormenta. Avancé hasta la entrada, sin prestar atención a los rayos que caían a mi alrededor.

Aliento venenoso, garras por docenas, el Bagrub ocupa tanto espacio en nuestras leyendas que sin él no habría nada que contar por las noches, alrededor del fuego. Ahora estaba cerca de mí, acechando en algún rincón de la caverna. Si yo tenía miedo de algo, era de sus cuernos afilados como espadas, y de sus ojos grises que quemaban la madera con sólo verla.

La caverna parecía desierta. Uno de los trucos del Bagrub: simular su propia ausencia. Pero el mismo silencio era una prueba de que estaba allí: nadie puede oír al Bagrub. Y la falta de olores: nadie puede oler al Bagrub.

Encendí la antorcha. Entré tropezando. Las paredes de roca chorreaban líquidos viscosos y oscuros. Pero los líquidos no eran una prueba de la presencia del Bagrub, sino de monstruos diferentes, que estaban a cargo de otros guerreros de la tribu. Caminé con la cabeza baja, para evitar las alimañas que vivían en el techo. Pronto llegué al fondo.

Dejé la antorcha en una saliente de la pared y descargué los objetos mágicos en el piso. El Bagrub estaba oculto en algún rincón, seguramente dispuesto a saltar sobre mí y cortarme en trozos pequeños con sus dientes de tiburón. Arrojé polvos en todas las direcciones, mientras cantaba la canción de los magos de la aldea. Eché líquidos más viscosos y más oscuros que los que chorreaban por las paredes. Las alimañas del techo cayeron a montones a mi alrededor, vencidas por la magia poderosa de mi tribu.

El Bagrub, en cambio, no aparecía por ningún lado: otra prueba de que estaba allí, porque no hay truco de magia que lo obligue a mostrarse. Terminé de cantar y escuché con atención. Nada. Un instante de pánico me obligó a aspirar hondo antes de continuar: si el Bagrub seguía sin hacer ruidos era porque esperaba el momento de atacar.

Usé la antorcha para encender racimos de sustancia mágica en todos los rincones. El humo me hacía picar la nariz, pero no me detuve. Susurré la canción de muerte de los magos. Pateé tres veces el piso, y luego otras tres. Crucé las manos en el gesto tribal de guerra. Estornudé, aunque no como parte del ritual sino porque el humo se estaba poniendo insoportable.

Y así durante horas. Era difícil la batalla contra el Bagrub, pero yo estaba preparado. A pesar de los malos augurios resistí hasta el final, cuando ya los últimos rastros de humo y polvo se perdían en los intersticios de la piedra. Entonces, agotado, me senté en el suelo y volví a escuchar.

No había ruidos: señal de que ni siquiera respiraba. Tampoco olores, fuera de los que aún quedaban de mis líquidos mágicos: señal de que su corazón negro no latía. Y nada del Bagrub podía verse alrededor: señal de que su cuerpo se había desintegrado. Todos los signos, sólo perceptibles para mis sentidos expertos, indicaban que el Bagrub por fin estaba muerto.

Tras descansar un rato, volví orgulloso a la aldea.

[28/3/2012]

“El Bagrub” llevaba unos años escrito. Lo corregí bastante antes de ponerlo en la Mágica Web. A mediados de 2009 se convirtió, imprevistamente y sin cambiar una palabra, en cuento para chicos, y apareció en un suplemento de cuentos de la revista Billiken.

Visa

[28/3/2002]

El pasado 22 de enero venció la visa que el gobierno de los Estados Unidos me otorgó, por diez años, el 22 de enero de 1992. Durante mucho tiempo fue del todo inútil: en primer lugar, después de 1992 no volví a EE.UU.; y últimamente, de haber ido, no me la habrían pedido. Ahora no tengo planes de viajar (no se puede: la Argentina se separó del planeta Tierra y se aleja a velocidad que tiende a la de la luz para convertirse en un asteroide errante). Pero si los tuviera, tendría que sacar visa otra vez. Algo está mal sincronizado en todo esto.

[28/3/2012]

Ahora viajar es posible, de manera que se diría que la Argentina, en algún momento, volvió al planeta Tierra. El país que se viene alejando del planeta es Estados Unidos, donde entrar se hace cada vez más complicado y humillante. No es que lo haya experimentado personalmente: en este tiempo solo salí de la Argentina para ir a Uruguay. Ni renové el pasaporte.

Este es mi asciirretrato

[27/3/2002]

(Por si alguien no se da cuenta a primera vista: se trata de una imagen de mi “Autorretrato en movimiento“, procesada en GIF2TXT: ASCII Art Made Easy! y luego pasada a negativo.)

[27/3/2012]

“Por si alguien no se da cuenta a primera vista”: uno de mis intentos de ser gracioso, con ese sentido del humor del que muchas veces me arrepiento.

La maravilla es que GIF2TXT sigue andando: “This script takes the URL of a GIF, JPG, or PNG image and converts that image into ASCII text or colored HTML. Not very useful, but pretty cool.”

Maravilla en eBay

[27/3/2002]

En eBay hay diversas maravillas en subasta, tantas que no alcanza la vida para llegar a verlas todas. Esta es una (ir hacia abajo para ver la foto y la descripción del objeto en venta). (Vía un mensaje en Children’s Writers.)

(Nota del 30/7/2003: sigue habiendo maravillas en eBay, pero no esa. Ya desapareció de la base de datos. Lo peor es que ya ni recuerdo qué era.)

[27/3/2012]

“Children’s Writers” es una mailing-list que está en Yahoo. Sigue activa, con cientos de mensajes por mes. Hace muchos años que me desuscribí. De la descripción:

“This list is for the discussion of writing and illustrating for children in all media, including such topics as creativity, work styles and techniques, dealing with rejection, and so on. We do not discuss child-related issues such as parenting or health; we discuss writing and illustrating.”

Pintura rupestre encontrada en el infierno

[26/3/2002]

Se refuta buena parte de la iconografía tradicional, que nunca consideró la posibilidad de un cuatridente. (O tal vez, así como los humoristas descubrieron que es más fácil dibujar manos de cuatro dedos, las imágenes del diablo resultaban más expresivas con sólo tres puntas.)

Algunos links a sitios entretenidos

[26/3/2002]

Algunos links a sitios entretenidos, tomados de las ediciones de la última semana de Good Morning Silicon Valley, de John Paczkowski:

  • The spam letters. Un tipo se entretiene en contestar el spam que recibe, tomándoles el pelo a los spammers. Después publica sus mensajes (y las respuestas, cuando las obtiene) en este sitio. Algunas cosas son desopilantes.
  • Coincidence design. “She is the perfect woman. […] Maybe she can even skydive.” “We’ll design a ‘COINCIDENCE’. We can arrange for the two of you to first meet at a convention, and then — a few weeks later — end up, coincidentally, seated next to each other on a trans-Atlantic flight. Or find yourselves, coincidentally, trapped in an elevator together.”
  • The ultimate flash face. Se puede armar una cara con fragmentos, al estilo de un identikit policial. Hay muchísimo para elegir, y el resultado no es necesariamente caricaturesco. También hay muchas caras “prearmadas” para curiosear. El autor es Max Ischenko, aka sochiNetz, de Sochi, Rusia.
[26/3/2012]

  • The spam letters. Sigue ahí, aunque la última carta es de 2004. ¡Salió un libro!
  • Coincidence design. Nope. Murió.
  • The ultimate flash face. Lo que había ya no está. Dice algo en ruso. Lo pasé por el traductor de Google, y lo que puedo deducir es que el sitio está suspendido por falta de pago.

Juegos nuevos en Orisinal

[26/3/2002]

Hay dos juegos nuevos en Orisinal.

El primero, llamado It takes two, muestra dos perritos que saltan alternativamente sobre un sube y baja. En el camino, atrapan huesitos y otras cosas que vuelan.

En el segundo, The perilous voyage, un navío de los siglos XVII o XVIII surca el mar ante un tenue fondo de la época, mientras dispara cañonazos contra rocas enormes que caen del cielo. De vez en cuando viene un dragón y le arroja bolas de fuego; cuando un cañonazo le acierta al dragón, cae un cristal que da más energía.

Pero el mejor de todos los juegos de Orisinal es Pocketful of stars, el que tiene la luna como ícono. Una nena anda de noche sobre un lago congelado. No está en peligro: su casa se ve allá al fondo, y está claro que puede volver cuando lo desee. Casi toda la pantalla está ocupada por el reflejo de las estrellas en el hielo. Un click, y la nena pega un pequeño salto. Pero a continuación, el reflejo de la nena pega un salto gigantesco y empieza a atrapar estrellas. Una estrella fugaz da la mayor recompensa, pero también es más difícil de atrapar. Una de las representaciones más tiernas que conozco del mundo de los sueños.

A veces me dan ganas de escribirle un email a Ferry Halim, el autor de Orisinal. Me gustaría decirle que, si hay una justificación para que Flash exista, es su obra. Pero me imagino que ya muchos se lo habrán escrito.

[26/3/2012]

Ya había puesto un link a Orisinal durante los primeros días de la Mágica Web. Como anoté en ese post, Orisinal sigue estando, pero cambió de dirección. Por esta razón, los links a los juegos no funcionan más (aunque sí el link a la página inicial). Van los nuevos:

No sé si el mail de Ferry Halim que puse en el 2002 seguirá funcionando o no (en todo caso, él ofrece una dirección diferente en su sitio personal). Nunca le escribí. Pero quiero decir esto: de ninguna manera pondría ahora una dirección de mail ajena. Supongo que hacer eso, diez años atrás, no era tan delirante. La tachadura, en este caso, no significa que el link original haya dejado de funcionar, sino que lo sustituí por “#”, para que no haga nada.