Mes: marzo 2002

Miren la foto

[26/3/2002]

Miren si pueden descubrir lo que está equivocado en la foto. Estuve mirándola fijo por 2 minutos antes de darme cuenta, tienen que acercarse a la pantalla y tener los parlantes prendidos.” (Vía Jorge Varlotta.)

[26/3/2012]

El link no funciona. Mejor así. Cuando uno se había pasado un rato mirando la foto sin encontrar nada equivocado, aparecía una cara horrible que gritaba. La idea, asustar al incauto, se lograba plenamente. Por supuesto, luego aparecieron montones de estas cosas. Asustar a los demás siempre es divertido, ¿no?

No sé cómo buscar esa foto, así que no hay link nuevo.

Balthazar, Cramer

[25/3/2002]

Ayer necesitaba el teléfono del restaurante Balthazar, sobre la avenida Cramer, en mi barrio. En estos casos, lo primero que se me ocurre (antes de la guía telefónica, por ejemplo) es recurrir a Google. Escribí entonces las palabras “Balthazar” y “Cramer” en la casilla de búsqueda, convencido de que las dos palabras juntas bastaban para llegar sólo al restaurante. Y conseguí el teléfono dos segundos más tarde.

Pero la Web ya es demasiado grande para que las cosas queden así. En el quinto lugar de los resultados apareció una página llamada “Early Purcell (Porcel) Family History in Kilkenny”.

Un click más tarde, trasladado ya a la Irlanda del siglo XVII, me vengo a enterar de que un tocayo mío, un tal Edward Purcell, era bastante dado a la bebida y más bien violento. Insatisfecho con la herencia que le tocaba (que no era poca) quiso alzarse con todas las posesiones de su familia, los Ballyfoyle. Así, solía aparecerse en el castillo de Ballyfoyle con un grupo de hombres armados y echaba abajo la puerta. La página dice muy coloridamente: “On these occasions the fury of his passion made him vent seditious words against the King, abuse Mrs. Cramer with scurrilous language, and beat her to such a degree that she was in danger of her life.” Finalmente, Edward atacó a nuestro Balthazar Cramer, hijo mayor de quien tenía la concesión del castillo, lo hirió y lo amenazó de muerte, “but fortunately for himself was prevented”. Debido a esto tuvo que irse del país. Terminó en el Gens d’Armes de Francia (regimiento de donde viene la palabra “gendarme”), con una propiedad de 36 libras.

Por si alguien lo quiere, el teléfono de Balthazar (el restaurante) es 4783-4700. Está en Cramer 1757 (¡el año en que Elisabeth Cathrine Schwartzkopf, probablemente de København, Dinamarca, se casó con Baltzar (sic) Cramer!)

[25/3/2012]

Qué lío. Para empezar, si entonces la Web era demasiado grande para que las cosas quedaran así, ahora es demasiado grande para que las cosas queden como en el año 2002.

Me sorprende la poca claridad con que expliqué lo que había pasado. Fue así:

Buscando el restaurante Balthazar en la avenida Cramer, me encontré con un tal Balthazar Cramer histórico. Y además un tal Baltzar Cramer se casó en 1757, llamativo porque el restaurante Balthazar estaba en Cramer 1757. Eso era todo, y me parece que no lo supe decir entre tantas palabras.

Los links del comienzo funcionan. El del final no, y me costó encontrar el dato otra vez. Está acá: “Baltzar Cramer was born 3 FEB 1732 in København, and died 18 OCT 1785 in København. He married Elisabeth Cathrine Schwartzkopf 4 APR 1757, daughter of Schwartzkopf _____. She was born 1730, and died 16 AUG 1806 in København.”

Por otra parte, hace años que el restaurante Balthazar no existe. Busqué el número de teléfono en Google (con el agregado de “Buenos Aires”), y sigue habiendo montones de resultados que se lo asignan a Balthazar, como si el tiempo no hubiera pasado. En esa dirección sigue habiendo un restaurante, otro.

Entender

[24/3/2002]

Todavía me pasa que oigo una canción de los Beatles después de mucho tiempo (mucho: décadas), y alguna frase que nunca entendí se me hace transparente. A veces la frase es inspirada, a veces es trivial. Pero no importa. El resultado es siempre una sensación de insight, de descubrimiento, como si un velo se corriera.

Hace un par de días me pasó con “What goes on“, la canción que canta Ringo en Rubber Soul. En un momento Ringo dice: “It’s so easy for a girl like you to lie.” Así de simple, y yo no lo sabía. (Ahora, con Internet, es muy fácil tener todas las letras de todas las canciones que nunca entendí. Lo prueba el link de este mismo párrafo. Pero no es usual que las busque. Son demasiadas canciones. Y leer la letra en alguna página no tiene el mismo efecto que oírla por primera vez.)

Cuando esto pasa, la canción se me convierte en un Ohrwurm, un “gusano de oído”. Se me queda en un surco del cerebro y no la puedo sacar. “It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why. It’s so easy for a girl like you to lie. Tell me why.”

Al infinito, y más allá.

[24/3/2012]

Y me sigue pasando. No solo con los Beatles. O ya no tanto con los Beatles, pero sí con los Rolling Stones, por ejemplo.

Cuando puse Ohrwurm, en alemán, supongo que todavía no había visto la palabra en inglés, earworm, que ahora me encuentro con cierta frecuencia. La Wikipedia en inglés menciona la palabra en alemán. Y la Wikipedia en alemán también menciona la versión inglesa. Ninguno de los dos artículos aclara el origen, pero por el estilo de las respectivas menciones parecería que la palabra en alemán es anterior. (Mi hijo Gabriel me tradujo parte del Artikel.)

Nuevo link para la letra de “What goes on”: video animado en YouTube. El video eventualmente va a desaparecer, así que en vez de incluirlo voy al grano una captura de pantalla del momento en que Ringo dice “It’s so easy..” etc.

Cambio de aspecto

[23/3/2002]

Acabo de cambiar el aspecto de las páginas de contenido de MágicaWeb, incluyendo esta. Me queda por delante hacer algo con la página inicial y la de mis datos. Oigo comentarios.

[23/3/2012]

Es que en esa época todavía no me tomaba el blog tan en serio. Tenía otras páginas con contenido, y el blog era “una cosa más”. Esto cambiaría pronto, claro. Desde hace muchos años, la “página inicial” redirecciona al blog. El blog es la “página inicial”.

Es una vergüenza, pero el link a “mis datos” da error 404 (página no encontrada). Ahora lo podría arreglar fácil, pero me da pereza. Así se destruye la Web, ¿ven? (Mis datos están acá.)

En cuanto al nuevo aspecto, era el mismo que todavía hoy conservan las otras páginas, las que no eran el blog. Por ejemplo, “Palabras y otros inventos”, o “Modos de ver”. Conservo la plantilla que usé en Blogger, que se ve así (sin datos, claro, porque los tags que usaba Blogger en esa época dejaron de funcionar hace ya mucho):

El misterio es cuál sería el aspecto anterior, del que ni me acuerdo ni encuentro rastros.

Siempre hacia abajo

[22/3/2002]

—La luna es una de las cosas naturales que podemos ver desde la ciudad  —dice la cantante, de pie tras el teclado, en la esquina de Florida y Diagonal Norte, frente a la puerta del BankBoston—. Miramos hacia arriba y ahí está, recordándonos que tenemos sangre en la venas —alza el brazo izquierdo, recorre el antebrazo con la mano derecha—, y no luz dicroica.

La puerta del banco está cerrada. Delante del grupo de rock hay una mesita donde la gente firma planillas, junto a la tapa de Clarín de hoy (“El Gobierno busca reforzar el corralito”). Alguien me da un volante: no es de los músicos, sino de “Nosotros, ahorristas y ciudadanos de esta nación”. Cuando el grupo empieza una zamba eléctrica, otro hombre levanta el megáfono: “Estamos juntando firmas contra la confiscación de nuestros ahorros…”

A unos metros, por Florida, diez policías en fila india miran con desconfianza. Por Diagonal Norte va una manifestación: estoy en la cola de ese cometa, mirando la espalda de una especie de muñeco inflado que no sé qué es; desde acá parece el fantasma de Ghostbusters.

—A los que salieron a almorzar, buen provecho —dijo la cantante hace un minuto.

Hasta hoy no había visto las chapas que cierran los bancos, abolladas por golpes de cacerola y martillo. A través de las puertitas que quedan abiertas se ve algo que pasa por civilización, y que ahora espiamos desde afuera, desde las cavernas. Y en medio de esos rincones de luz dicroica las letras rojas sobre fondo negro: VENTA 2,70 – COMPRA 2,55.

Es la una de la tarde. Hace calor, sobre todo del lado abierto del megáfono, que refleja la luz distorsionada por los flecos de nube que hay entre el sol y nosotros. Dos cuadras más temprano, por Perón-Cangallo, me subí a la vereda para dejar pasar un viejo Falcon verde con dos policías adentro. No es la máquina del tiempo, y no lo estoy inventando.

La zamba eléctrica se hunde, derrotada, en las escaleras del subte. Siempre hacia abajo.

[22/3/2012]

Este fue mi primer intento “literario” de contar lo que pasaba durante aquellos meses de 2002. Digo “literario” porque se diferencia de los posts sobre el dólar y temas afines con que había empezado el blog. Después vinieron otros como este.

El título se lo puse ahora. En aquel entonces, mis posts no tenían título. En general vengo usando el comienzo de cada post, o algo descriptivo. Esta vez me tentó esa frase final.

Pictures from Alien Places

[21/3/2002]

Acabo de anotar mis Pictures from Alien Places en el Fractal Artists’ Ring. Esto, además del Infinite Fractal Loop del que formo parte desde hace años. En ambos círculos hay trabajos muy atractivos.

[21/3/2012]

“Pictures from Alien Places” es una colección de imágenes, lo primero que subí a la Web en mi vida, allá por 1996. Seguí agregando cosas hasta 1998. Armé el sitio en inglés porque en castellano no lo iba a ver nadie, y porque era sobre todo visual. Al principio estaba en Geocities, pero lo mudé a mi propio dominio (magicaweb.com) cuando Yahoo! cambió las condiciones de uso. Por suerte, porque después acabó cerrándolo.

Ambos círculos de “artistas fractales” siguen existiendo, y conservan su aspecto de aquella época. Eran una buena idea, los “loops”. No me da la impresión de que ahora estén de moda.

Mail de Luisa

[21/3/2002]

Me escribe Luisa Axpe:

“Buscando aquí y allá entre tus criaturas de la web, me encontré con esto de los sinánimos y se me ocurrieron algunos:

“El sinánimo de ‘escola do samba’ es ‘murga’.

“El sinánimo de ‘samovar’ es ‘pava’.

“El sinánimo de ‘maldecido por los dioses’ es ‘ojeado’.

“El sinánimo de ‘mirar profundamente’ es ‘echar un vistazo’.

“El sinánimo de ‘tos’ es ‘carraspera’.

“El sinánimo de ‘crimen pasional con arma de fuego’ es ‘disparo accidental mientras limpiaba la 9mm’.

“El sinánimo de ‘fines herbes’ es ‘orégano y laurel’.

“El sinánimo de ‘estandarte’ es ‘banderín’.

“El sinánimo de ‘conmoción cerebral’ es ‘chichón’.

“El sinánimo de ‘misil atómico’ es ‘buscapié’.

“El sinánimo de ‘loft’ es ‘monoambiente’.

“El sinánimo de ‘anafe’ es ‘calentador’.”

[21/3/2012]

Sobre sinánimos ya hubo algo acá en MW+X: primero, después.

Hace veinticinco años que soy amigo de Luisa, quien hizo muchos aportes a la Mágica Web, a veces por mail, muchas veces en los comentarios. Aquí está su blog, cuyos orígenes recordó hace poco con un post encantador.

Mail de Silvia

[21/3/2002]

Me escribe Silvia Parisi:

“El monstruo que vive en la máquina y perturba la vida de los hombres se despereza y aconseja usar almohadas cervicales para dormir bien.”

Y también:

“Tengo una semana esgunfiada, no se por qué, pero la dejo que se exprese libremente.”

[21/3/2012]

Hace treinta y cinco años que Silvia y yo somos amigos. Es mucho más tanguera y lunfarda (adjetivo que acabo de inventar) que yo, de manera que la palabra “esgunfiada” suena normal en ella. El link fue un agregado mío, a un sitio donde había una definición, y ahora no anda. Pero encontré otro que sí.

Mail de Jorge

[21/3/2002]

Me escribe Jorge Varlotta:

‘Nunca sentí la necesidad de estar en el medio de un grupo de músicos. El lugar de elllos es allá y el mío es aquí, maldito sea, escuchando lo que ellos están haciendo allá. La música que lo rodea a uno, que viene de una serie de fuentes invisibles, es engañosa, irreal, y especialmente fácil de olvidar.’ Palabras de Travis McGee, personaje de John D. MacDonald, “Cielo trágico” (The dreadful lemon sky), Emecé, colección El Séptimo Círculo nº 288, tradución de Elisa A. Troiani, Buenos Aires, julio de 1976.

“Ps. Ahora que lo pienso, eso vale también para el cine. La pantalla allá y yo aquí, y no yo en el medio de la acción, con la balas zumbándome en los oídos y las bombas estallándome en el culo.”

Buena comparación, Jorge. ¿Y la literatura? ¿Por qué es diferente? ¿Tal vez porque no transcurre en tiempo real?

Mirar la foto como si eso de ahí estuviera vivo

[20/3/2002]

Opciones:

  1. Es muy pequeño. Nada en el centro del vaso que estoy a punto de tomar. Inútil llamar al mozo: va a decir que vino conmigo, de donde sea que yo haya llegado. Por mi aspecto, no tan diferente de lo que veo.
  2. Es muy grande. Viene hacia mí desde más allá de la ventana. No sé si el vidrio resistirá. Por ahora, la luz tiene mala puntería.
  3. Lo estoy soñando. Vive en un planeta de aire. La luz intensa es su medio de propulsión. Una guía de turismo revisa folletos, pero en ninguna parte dice si es carnívoro.
  4. Agoniza. Se deshace en hilachas. El ruido es ensordecedor, pero no entra en la foto. Como tampoco entra el olor, que ahora me alcanza como una torta de crema en una película de Los Tres Chiflados.
[20/3/2012]

En un intercambio de mails, Jorge Varlotta me convenció de que esto era más efectivo sin la foto. El texto tal cual, como si la foto existiera.