Espectáculo

[3/1/2003]

Se levanta el telón. El escenario está a oscuras, mientras la platea sigue iluminada. Todos esperan. No pasa nada. A los pocos minutos arrancan las protestas. A la media hora la gente se empieza a ir. Hay gritos, insultos, silbidos. Piden que les devuelvan la plata de la entrada, pero no hay nadie del teatro. Desaparecieron los acomodadores, los boleteros, el personal de seguridad. Llaman a la policía y viene un par de patrulleros para sumar algo de ruido. Intervienen un juez, que termina clausurando la sala, y varios periodistas, que hacen preguntas y toman fotos. Más tarde quedan algunos curiosos, pero ya no hay nada que hacer en el lugar. Cuando los últimos se van, los verdaderos espectadores aplauden sin entusiasmo.

Author: Eduardo Abel Gimenez

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